viernes, 17 de febrero de 2012

De Brozas a Granadilla, pasando por el Campo.

  Incluye relato del toro de San Marcos
                                         © Institut Cartogáfic de Cataluña
                                      De Brozas a Granadilla, pasando por el Campo.
                             
Bien podría ser este enunciado el título de un libro, a buen seguro que no habrían de faltarle historias que contar, sin ir muy lejos, podía ser calificado como camino o ruta del Toro de San Marco, ya que al menos dos de los nueve pueblos, por los que trascurre mantenían esta ancestral tradición, (Brozas y Guijo de Coria) y otros dos (Pozuelo de Zarzón y Casas del Monte) se hallan cerca de él, por el momento tan sólo es el nombre de un antiguo camino denominado de Brozas a Granadilla por las barcas de Acehuche y Coria.
La definición de dicho camino se encuentra minuciosamente detallada en el tomo V del Itinerario Descriptivo Militar de España y gráficamente en el Mapa Itinerario Militar de España, elaborado con los datos recogidos sobre el terreno, en el que se incluyen únicamente los datos alusivos a los caminos descritos y los pueblos por donde estos pasaban, lo cual indica que el ejército o los ejércitos eran asiduos a él.
Desde tiempos inmemoriales, tanto Granadilla (Granada en sus orígenes árabes) como Brozas son dos puntos de relevada importancia, Granadilla fue un baluarte defensivo de primer orden y Brozas un gran nudo de comunicaciones.
El citado camino cuenta con 110 Km. de recorrido y parte de Brozas con un trazado muy concreto y definido que cruza de sur a norte casi toda la geografía cacereña, tras superar el paraje conocido como los llanos de Brozas, se torna escabroso y quebradizo, debiendo salvar el Tajo y el Alagón por medio de barcas y acceder a ellas por terrenos poco propicios, superados los cuestos de Coria el trazado se suaviza de manera considerable a su paso por el Guijo y tras llegar al Campo toma un rumbo un tanto inesperado, sí el destino es Granadilla, lo más lógico sería atajar por el Pozuelo y Santa Cruz dejando la Sierra de Dios Padre a la izquierda y llegar a su destino sin salvar mayores obstáculos, no ocurre así y a 3 km. del Campo cruza el Pedroso (inequívoca señal de que esquiva al Pozuelo) para dirigirse a Villanueva y tras bordear Dios Padre alcanzar el Bronco y el Cerezo para llegar a Granadilla, todo lo contrario que el denominado camino de Coria a Salamanca por las Hurdes, que tras seguir una ruta pareja entre Coria y el Campo, este continua hacia el Pozuelo, Santa Cruz y Palomero para adentrarse en las Hurdes por un terreno propicio.
Como ya se ha dicho, tanto el origen como el destino son lugares antiquísimos y ambos toman fuerza tras la Reconquista, Granadilla ya era plaza fuerte en época musulmana, Fernando II de León la conquistó en 1160, la repobló y la dotó de murallas otorgándole el titulo de villa en 1170, más tarde se convertiría en Encomienda y su nombre denominó una amplia franja de tierra.
El favorable emplazamiento de Brozas y la implantación en ella de la Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara, así como la desintegración de algunas encomiendas cercanas, como Araya o Belvis y Navarra, convirtió a Brozas en uno de los puntos más importantes de la región, en 1570 el partido de Alcántara se dividió en cuatro, Alcántara, Valencia de Alcántara, Gata y Brozas (este hecho de la división del partido de Alcántara causó grandes trastornos a la villa del Campo, hasta entonces, habíamos pertenecido al partido de Alcántara, donde nos trataron con arreglo a la ley, tras pasar a la jurisdicción del partido de Gata se recibió por parte de esta un trato discriminatorio, llegándose a pedir formalmente ser excluida de dicha jurisdicción y volver a la de Alcántara, ver los papeles de Simancas.)
Todos estos puntos de coincidencia entre sí, no justifican la razón por la que había un camino entre ambas poblaciones, obviamente el camino ha de ser muy posterior, tampoco hay una clara justificación para el giro que toma tras pasar el Campo, ¿Por qué rodear Dios Padre, si Granadilla se podía alcanzar por el camino de Coria a Salamanca que pasaba por el Bronco? ¿Por qué esquiva al Pozuelo?
Dar respuestas convincentes a estas preguntas, hoy por hoy no parece posible, casi todos los grandes caminos que no fueron convertidos en carreteras (como es el caso) quedaron en el olvido y el desuso terminó borrando la huella dejada. Caminante no hay Camino, se hace Camino al andar”.
A pesar de que tanto los polos como el epicentro del camino, son poblaciones importantes, no parece que fuera de mucho tránsito comercial, (había otro idéntico, sin descripción militar que partiendo de Alcántara llegaba al Campo cruzando el Árrago por el medio del actual pantano, para continuar con rumbo a Baños) si no como posible vía alternativa, gran parte de su recorrido trascurre paralelamente entre dos de mayor calado y renombre como son la Ruta de la Plata y la Cañada Real de Gata, como ya hemos visto el camino viene descrito en un itinerario militar y está formado con datos recogidos sobre el terreno por el Cuerpo del Estado Mayor del Ejército y publicado por el depósito de Guerra en el año 1866, bien podría tratarse de una vía alternativa de suministro frecuentada por el ejército, las diferentes conexiones con los caminos citados anteriormente lo convierten en idóneo para funciones de tipo militar, máxime sí consideramos que en tiempos anteriores a la publicación del itinerario, tanto la zona de arranque del camino como toda la frontera portuguesa y la Sierra de Gata estuvieron muy activas durante la guerra de Sucesión y la de la Independencia.
De cualquier modo se pone de manifiesto que el Campo era un punto vital en materia de caminos, y que antiguamente los caminos pasaban por el Campo o junto a él, (hay cientos de mapas que verifican que los nudos de comunicación anteriores a 1945, no se corresponden con los actuales) otra cosa bien distinta es su relación con las carreteras, aquí se quedó anclado por la tozudez de quienes tenían el poder en la época en que se construyeron, estos no permitieron el paso por sus propiedades para no perder terreno, ni tener que rehacer las paredes de sus huertos o cercados, que en algunos casos como nos ilustra Josef de Sotomayor, fueron  usurpados al común del pueblo llano.

El camino arranca en Brozas, a la izquierda del de Valencia de Alcántara a Cañaveral, (Nº 964).

Es de herradura y recorre un terreno accidentado y ondulado por las descendencias de la sierra de San Pedro que forman la cuenca del Tajo.

                                       © Institut Cartogáfic de Cataluña
A 5,5 Km. se encuentran a la derecha las casas de labor de Pedro del Río, y a 9,5 Km. la de Ayala algo separada por el otro lado.

A 6 km. se pasa la rivera de Greña, afluente del arroyo Jartin.
A 18 km. se corta el camino de Alcántara a Garrovillas, (Nº 968) y a 21,5 km. desciende con bastante pendiente por un desfiladero del Tajo.

A 21 km. se pasa este río por las barcas de Acehuche, son dos, de remo y capaces para 20 hombres o 10 caballos. En este punto se une, por la derecha, el camino de Garrovillas, que es común con el que se describe hasta Acehuche, donde se separa ala izquierda, para dirigirse a Zarza la Mayor (Nº 970).

El que se sigue es transitable a carruajes desde Acehuche a Portaje, asciende por terreno erial o cubierto de monte en su mayor parte, y bastante ondulado, para atravesar en Portaje la divisoria de aguas entre el Tajo y su afluente el Alagón y desciende con regulares pendientes a la vega, en la que se entra a 5 km.

A 8 km. de Portaje se pasa el arroyo de Aguas-Blancas, afluente de la rivera de Fresneda, la cual se badea a 11 km.

A 12 km. se corta el camino de Ceclavin a Plasencia (Nº 971).

A 12 km. de Portaje se pasa el Alagón por una barca bastante capaz, y antes se une, por la derecha el camino de las barcas de Alconétar, el cual se separa por el otro lado, en Coria, para dirigirse a Cilleros (Nº 972). En aquella ciudad se corta el de Zarza la Mayor a Galisteo (Nº 974).

Desde Coria recorre un terreno accidentado y pedregoso por las ultimas descendencias de la sierra de Gata, que divide las aguas del Alagón y su afluente el Árrago, a 5,5 km. se pasa el arroyo Marchagaz.

A 3 km. del Campo se cruza el Pedroso, de curso constante, que vierte en el río Tralgas.

En Villanueva de la Sierra se une por la izquierda el camino de Gata y Perales (Nº 979)

El que se describe continua por las estribaciones de la sierra de Gata y por la cuenca del Alagón, el terreno es accidentado y está cortado por varias vertientes de escasa importancia.

A la entrada de el Bronco se badea la rivera de su nombre, de curso constante y bastante caudal en el invierno, y antes de el Cerezo, la de Palomero, de iguales condiciones, y sobre la cual hay unas pasaderas.

A 5 km. de Cerezo se badea el arroyo Barqueros, y a la entrada en Granadilla se pasa por un puente de piedra el río Alagón.


     Breve reseña de los pueblos que componen el camino.

Si alguien sobre su localidad, desea ampliar o rectificar datos, puede hacerlo en cualquier momento, contacto: villadelcamponof@yahoo.es


Brozas. V. Vecindario en 1866: 1459 vecinos, reúne buenas condiciones para alojamiento.
De Brozas a Acehuche = 28,5 km.
Censo actual:  2070 habitantes.

                           Fundación
Fecha desconocida, como tal pudo haberse fundado hacia 1220.
De esta época se conserva la torre del Castillo de la Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara.
                           Monumentos
Ermita de San Juan, de finales del siglo XV; es gótica, con ábside plano y amplia sacristía. Conserva el arco toral y sus portadas de medio punto, junto con una decoración a base de bolas típica de finales del gótico.
La iglesia de Santa María la Mayor. Su construcción abarcó tres siglos, desde finales del siglo XV hasta principios del XVIII. En ella destaca el sepulcro de Don Gonzalo Gutiérrez Flores, caballero de la Orden de Alcántara.
Iglesia de los Santos Mártires San Fabián y San Sebastián, se comenzó a construir en 1495 sobre la ermita del mismo nombre.
Su rico patrimonio lo completan, Conventos, Ermitas, Palacios, y casas Palaciegas.
                                                                     Fiestas
San Antón. 17 de enero, Patrón del pueblo. Fiesta de singular colorido y tradición. Baile típico del torcido del cordón. Subasta de platos típicos y bendición de animales.
Ferias de Abril. Días 20, 21 y 22 de abril. Feria de ganado. Muestra de artesanía. Actos deportivos, teatro y las tradicionales atracciones.
Romería de San Gregorio. Sábado más cercano al 9 de mayo. Se celebra en las inmediaciones del Balneario en la finca con este nombre.
Romería del Padre Eterno. El primer sábado del mes de junio.
Se celebra en una finca particular, que posee una ermita con este nombre.
Fiestas Taurinas Días 7, 8, 9, 10 y 11 de Septiembre aproximadamente.
Virgen Milagrosa. Domingo más cercano al 27 de Noviembre.
Santa Lucía. 13 de diciembre. Se celebra una misa en honor a Santa Lucía en la ermita que lleva su nombre. Se reparten las rosquillas típicas. Hay peregrinación desde el cercano pueblo Navas del Madroño. 
Para mayor información ver las Webs oficiales.

Acehuche. V. Vecindario en 1866: 361 vecinos, reúne buenas condiciones para alojamiento.
De Acehuche a Portaje = 15 km.
Censo actual 829 habitantes

                                     Fundación
Fue arrabal de la villa de Alcántara hasta su escisión en 1572. En 1594 formaba parte de la Tierra de Alcántara en la Provincia de Trujillo. Hasta 1873 la denominación oficial de la villa fue El Aceúche.

                                     Monumentos
Iglesia Parroquial de San Juan Bautista. Siglo XVI de una sola nave distribuida en cuatro tramos, más cabecera rectangular. Se cubre la nave a dos aguas sobre arcos de medio punto.
Ermita de Santa María, es barroca y se halla situada junto al cementerio. La construcción es de sillería y sillarejo revocado, de una sola nave, con dos tramos cubiertos a dos aguas sobre arcos de medio punto.
Ermita del Cristo. La Capilla del Cristo de la Cañada es del siglo XVII y está dentro de la misma población. Es una sencilla edificación de época barroca, realizada en sillarejo encalado, con grandes contrafuertes en el exterior.

                                                                       Fiestas
LAS CARANTOÑAS (San Sebastián) La tradicional fiesta de “Las Carantoñas” se celebra con motivo de la festividad de San Sebastián, los días 20 y 21 de enero. Es una de las más singulares de toda la región, está considerada como Fiesta de Interés Turística Regional.
La machorrita, el 24 de Diciembre. La Romería. De la Virgen de Fátima, se celebra el primer domingo después de Semana Santa, en una finca próxima al pueblo.
Para mayor información ver la W oficial.
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Portaje. L. Vecindario en 1886: 259 vecinos, regulares condiciones para alojamiento.
De Portaje a Coria = 8 km.
Censo actual 409 habitantes

                           Fundación
Sin precisar el origen del primer asentamiento, en la segunda Edad del Hierro estuvo ocupado por pobladores de origen Céltico, en la zona entre los ríos Tajo y Alagón confluyeron los pueblos Lusitanos y Vettones.
En un promontorio rodeado por el río Alagón, el arroyo de la fuente del Oro y el del Zamarril, se encuentra el Castro “El Zamarril. El castro está rodeado de tres líneas de muralla, la parte superior de pizarra y barro, formando una amplia acrópolis.

                                                                       Monumentos
Iglesia de San Miguel Arcángel. De interés son sus pinturas, atribuidas a Juan de Rivera.
Ermita del Cristo, al Sur del pueblo.
Ermita de Nuestra Señora del Casar, en el centro del término municipal.

                                                                      Fiestas
El 20 de enero, San Sebastián: La fiesta comienza el día anterior con la bajada en procesión del Santo desde su ermita, a la iglesia parroquial, los amigos del mayordomo, adornan al Santo con un ramo de naranjo.
Los Carnavales "si no me das los compadres, no tendrás las comadres" dicho tradicional de Portaje.
Romería de la Virgen del Casar: según la tradición, la imagen de la Virgen se apareció a un pastor en la dehesa de la Tejada, en lo alto de una encina, dejando su imagen grabada en las bellotas de la misma.
San Miguel Arcángel, 8 de mayo.
Fiesta del Corpus Cristi, en Portaje, tiene importancia de interés la tradicional "Reverencia al Santísimo",
La Víspera de la Inmaculada Concepción, "La Pura", noche del 7 de diciembre, los hombres a caballo, "encamisaos", cubiertos con una sábana blanca adornada, se reúnen en casa del Mayordomo.
El "Ofertorio" 15 de agosto, también llamado bodas de la Virgen.
Para mayor información ver la Web oficial.

Coria. C. Vecindario en 1866: 594 vecinos, reúne buenas condiciones para alojamiento.
De Coria a Guijo de Coria = 15.5 km.
Censo actual: 12070 habitantes

                                     Fundación
A Coria se la conoce desde la época de los Vettones, era conocida como “Caura” la fertilidad de sus riberas propiciaría una muy temprana ocupación, sobre los siglos VIII-VI a. C. sitúan su capital en ella. Los romanos la llamaron “Caurium” más tarde adquirió la ciudadanía romana. Tras la invasión musulmana, la antigua Caurium pasa a denominarse Qüriya, hasta su definitiva reconquista por el Rey de León Alfonso VII. Tras la Reconquista, Coria pasó a ser capital de un señorío al cual pertenecieron pueblos que aún llevan el nombre de Coria como Guijo de Coria o Casillas de Coria, salvo el periodo musulmán, fue sede episcopal, desde la época visigoda hasta el siglo XX, cuando se vio obligada a compartir la capitalidad de la diócesis con Cáceres.
                                                                                 Monumentos
Murallas, de origen romano (Siglos III-IV) con añadidos árabes y trasformadas en época medieval. Se conserva en su práctica totalidad. Tiene cuatro puertas, dos de ellas romanas y otras dos posteriores.
Castillo de Coria, construido entre 1472-1478 por el arquitecto Juan de Carrera, por orden de los Duques de Alba y Marqueses de Coria.
La Catedral de Santa María de la Asunción, gótica, siglos XVI  y XVII con añadidos platerescos y barrocos. Contiene una magnifica colección de pintura, escultura y orfebrería. El retablo mayor es del siglo XVIII, el coro de los siglos XV-XVI con sillería mudéjar de nogal cerrado por una verja del s. XVI, y los sepulcros episcopales de Jiménez de Préxamo y García de Galarza. Y los retablos de las Reliquias (s. XVIII) y de San Pedro de Alcántara (s. XVII).
El Museo Catedralicio, de los siglos XIV-XV, tiene importantes piezas sacras, destacando la reliquia del Mantel de la Santa Cena y una página autógrafa de la "Summa" de Santo Tomás de Aquino.
Palacio Episcopal, de 1628 de estilo barroco, con torre defensiva en ladrillo de sabor mudéjar.
Así como Ermita, Convento, Antiguo Seminario, Palacio de los duques de Alba, Puente Medieval y Cárcel Real.

                                                                    Fiestas
Destacan las de San Juan, con el famoso toro de Coria de origen Vetton. Para mayor información ver las Webs oficiales.

Guijo de Coria. L. Vecindario en 1886: 186 vecinos corta capacidad y escasos recursos para alojamiento. Censo actual 263 habitantes.
Del Guijo al Campo = 5,5 km.

                             Fundación
Se desconoce aunque es citado como Guijo en el deslinde de San Juan De Mascoras.

                              Monumentos
Iglesia Parroquial de San Esteban. Siglo XVI-XVII. Cuenta con un destacado retablo. Ermita del Cristo y Nuestra Señora de la Consolación. Casa convento de la sabia de Coria, Beata Maria de Jesús, Terciaria Franciscana.
                                                                       Fiestas

San Juan Bautista y San Esteban.
Para mayor información ver la Web oficial.

(Campo El) o Villa del Campo. V. Vecindario en 1866: 427 vecinos (sobre 1400 habitantes.) El porcentaje utilizado en el vecindario del Campo es del 3,25, que es el que más se ajusta en el computo de censos del pasado siglo. Regulares condiciones para alojamiento.
Del Campo a Villanueva de la Sierra = 8 km.
Censo actual 548 habitantes.
                                     Fundación
Aún no desvelada,
                                    
                                     Monumentos
Iglesia Parroquial, de Ntra. Sra. de los Ángeles: También conocida como la Asunción de Ntra. Sra. con titulo de Antigua, obra del maestro cantero Sancho Ortiz, de Mediado el siglo XVI, consta de una nave a dos alturas, la parte baja se compone de tres tramos y techado de viguería soportada por el hastial y tres amplísimos arcos de medio punto, uno de ellos soporta la fachada frontal de la parte más alta, que está dividida en dos tramos, uno en bóveda de cañón y el otro en una esplendida bóveda de crucería, los muros son de mampostería con contrafuertes interiores y exteriores en su parte más baja y exteriores en el testero de figura poligonal. Tiene dos pequeñas capillas laterales que simulan una cruz griega de reducidos brazos y otra entre dos contrafuertes con una meritoria pila Bautismal.

El suelo es integro de granito bien conservado, como era costumbre albergaba en su interior el cementerio, las sepulturas milimétricamente alineadas las forman tres piezas rectangulares contorneadas por otras que encajan entre sí separando una de otra y formando un esplendido conjunto. Al fondo una amplia escalinata se abre angularmente y asciende al Altar Mayor, de tres calles que simulan tres cuerpos, de estilo gótico tardío, en su conjunto tiene similitudes con el de la Virgen de la Montaña de Cáceres y su calle central de idéntica estructura que el de San Salvador de Leganes, ambos churriguerescos, completan el conjunto dos retablos laterales de idéntico estilo.
El templo derrama su origen Alcantarino por los cuatro costados, todos sus Altares llevaban la cruz de Alcántara, actualmente la mantienen cinco de los siete que adornan el templo, al pie de las graníticas escaleras del pulpito, bajo un arco de medio punto se halla un sepulcro mural en nicho de doble enterramiento, que lo hace unico en su genero, en el están enterrados Gonzalo de Valdivieso y Pedro Campos, corona el enterramiento un escudo con armas de los Valdiviesos, el conjunto lo cierra la torre del campanario, de planta cuadrada formada por tres cuerpos, el primero de mampostería con sillares graníticos en las esquinas y las otras dos de granito, se asciende a las campanas por una artesanal escalera en espiral de peldaño y columna en una sola pieza, la torre se corona con cúpula de linterna con cruz y veleta y pináculos con bolas en las esquinas.

La Cruz del Alto: Dentro del perímetro exterior de la Iglesia, se halla la Hermosa Cruz del Alto, incalculable joya labrada en granito, en la que una veintena de símbolos esculpidos en la piedra representan la pasión de cristo. Orientada a los cuatro puntos cardinales, muestra su esplendor por cada uno de ellos, la cara norte muestra cronológicamente en su brazo derecho el cáliz de la cena y la bofetada del guardián de Anás, en la base la cuerda y la columna a la que fue amarrado, el gallo de las negaciones, el flagelo, la corona de espinas y el paño de la Verónica, y en su brazo izquierdo los tres clavos. En el costado este, muestra la soga, la caña del Ecce Homo y los dados. El costado oeste contiene la caña con la esponja, la lanza de Longino y dos estrellas de seis puntas. La cara sur muestra en su brazo izquierdo el martillo y la tenaza y en el derecho una tumba o sepulcro, tres figuras enlazadas y de manera invertida las llaves de Pedro. En la base de arriba abajo los símbolos del pecado, una serpiente con la cabeza vuelta porta una llave, mientras la cola en forma de flecha señala a los culpables.
Actualmente se encuentra en grave peligro de derrumbamiento.

 El Escudo: El Escudo del Campo (no el que adoptan y han adoptado las ultimas corporaciones municipales) data de mediados del siglo XVI y es un perfecto desconocido, tanto que en la Dirección General del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, no se halla registrado, o catalogado, ni tienen conocimiento de su existencia.
Un informe heráldico sobre el escudo realizado de manera muy somera, en 1996 por mandato del Ayuntamiento, dio como resultado que no era municipal, si no una particular representación de armas reales y que su legimitación como símbolo municipal, sería muy difícil.
En el Interrogatorio de Madoz, los informadores lo dieron como local con la siguiente descripción. (los interrogados informaron bajo juramento)
“Tiene por armas un Águila Imperial con dos cabezas vueltas hacia los costados, cada una con su corona, descansando sobre ambas una común, su cuerpo forma un cuadro cuya línea superior es curva en sus dos ángulos que concluyen en otro obtuso, con cierto pequeño adorno en el centro, de los lados salen las alas del águila que vienen a parar luego a la parte superior del cuadro. Hallase este horizontalmente dividido en dos medias cañas de rebajo y una de relieve en medio, que con sus divisiones forman en la mitad izquierda un cuadrilátero donde se ven dos castillos y dos leones contrapuestos con otro a su derecha que tiene adornos de líneas perpendiculares y diagonales cruzadas, formando rectángulos, en el espacio que hay debajo de la horizontal, no se descubre más que un león a la derecha y varias diagonales rectas y paralelas entre si a la izquierda, y en el centro contiguo a la horizontal, un semicírculo esferoidal con algunos objetos esculpidos que apenas se descubren, por debajo se lee soli Deo honor et gloria.
Anteriormente en el interrogatorio de Tomás López, Josef de Sotomayor que por su condición de Párroco y Prior dio testimonio sin la necesidad de hacerlo bajo juramento, definió de manera simple y tajante que las armas de la Villa del Campo, eran un Águila Imperial y parte de las de Nuestro Católico Monarca.

Sepulcro de Pedro de Campos y Gonzalo de Valdivieso: Magnifica representación del arte funerario en la arquitectura religiosa.
Dentro de la Iglesia y al lado del Evangelio, al pie
de las escalinatas del pulpito, en la profundidad del muro del templo, se abre un arco de granito de medio punto adornado con molduras, en el que se encuentra dicho sepulcro. La cama o arca sepulcral se halla en el intermedio del arco sobre dos piedras también de granito apoyadas en el centro sobre una ménsula del mismo material rematada en forma de calavera, característicamente, en el arte funerario religioso este tipo de enterramiento se denomina Sepulcro Mural en Nicho. El arca o cama sepulcral se encuentra alineada con la superficie exterior de la pared, la parte frontal está cubierta por un extenso epitafio que dice así. “AQUÍ ESTAN LOS HUESOS DE FREY GONZALO DE VALDIVIESO, PRIOR DE ESTA SANTA IGLESIA Y DE PEDRO DE CAMPOS NUTURAL DE ESTA VILLA Y FUNDADOR DE ESTE ENTIERRO Y OBRAS PIAS DEL AÑO 1593” . Sobre la cama o arca en forma de trapecio isósceles se hallan minuciosamente labradas las figuras de los dos enterrados, en el centro la del prior con habito de monje portando un libro entre las manos, y en el costado frontal ricamente vestido la de Pedro de Campos sujetando con la mano izquierda la empuñadura de una espada y con la derecha la vaina que se extiende a lo largo de su cuerpo, ambas cabezas reposan sobre sendas almohadillas.
Corona el arco un escudo de armas de las variantes ramas de los Valdiviesos compuesto por cuatro cuarteles con la línea superior curva en los ángulos, concluyendo en otro obtuso en la inferior, el cuartel superior de la izquierda lo compone un castillo y el de la derecha una faja diagonal, los de abajo la misma composición contrapuesta, los castillo están adornados por ocho cruces de Alcántara y las fajas por cinco rosetones tres en la parte inferior y dos en la superior alineados a la faja.
A pasar de su belleza y valor artístico, según las consultas echas a Patrimonio. No se encuentra catalogado o no tienen conocimiento de el.


Calvario: El calvario se halla junto a la ermita del Cristo, sobre el eje principal de la villa, anteriormente había otro más antiguo y de menor calado, tras la creación y ampliación del Cristo, se construyo el actual que data de 1792, se compone de tres cruces de granito sobre sendos pedestales, la central de mayor tamaño que las laterales, alineadas entre sí sobre una plataforma de tres peldaños en ambos frentes y cortada por los costados.
Ermita del Cristo: La ermita del Cristo data de mediados del siglo XVII.
Entre 1750 y 1756 fue ampliada y en 1760 se remató con la colocación del meritorio arco de espadaña del esquilón.
En la capilla mayor se venera la imagen de Cristo crucificado denominada Santísimo Cristo de los Desamparados, su fiesta es el 14 de Septiembre, día de la Exaltación de la Santa Cruz. A los pies de la cruz una urna contiene una imagen de Cristo yaciente que se procesiona el Viernes Santo, rememorando el Santo Entierro, (hasta hace unos 50 años, tras la procesión del entierro quedaba simbólicamente sepultada en un arca oculta bajo el altar, al que se acedía mediante un mecanismo) a los lados del altar se hallan las imágenes que representan a Jesús Nazareno y Amarrado a la columna, se procesionan el Jueves Santo y ambas procedían de la antigua ermita de San Blas, se accede a la capilla mediante una verja de hierro forjado.
El Cristo goza de gran devoción y se concurre a el de ordinario.

Cruz de las Lagunillas: La denominada cruz de las Lagunillas se encuentra en el centro de la vereda de Fuente Santa, en el punto en que esta es atravesada por el camino de Santibáñez a Montehermoso, la base, de forma cuadrada está formada por plataformas escalonadas hasta alcanzar el pie, la cruz es cilíndrica y nunca se conoció crucero, estas condiciones y el enclave que ocupa, hace suponer que en tiempos pasados fuera utilizada como picota chica o de castigos menores, tras la Gloriosa que abolió la practica y ordeno que todas las picotas fueran destruidas, algunas se salvaron de la piqueta por intercesión del clero, que las convirtió en cruces y entre ellas bien pudo estar esta y tomar el nombre de las pequeñas lagunas que había en su entorno dentro de la propia vereda de Fuente Santa.

Ermita de la Virgen de Gracia: La ermita dista del pueblo unos 5,5 km. se halla a la salida de la dehesa, bordeada de antiquísimos caminos, sobre un paraje desde el que se divisa una buena porción de terreno, se ignora desde cuando cumple la función de ermita, ya que el enclave pudo haber sido habitado desde tiempos muy remotos.
En ella se venera con gran devoción a la Virgen De Gracia, patrona de la villa, a la cual concurre masivamente en solemne romería el lunes de cruces o cuasimodo.
Fue remodelada en 1770, siendo Prior Don Pedro Morales Campos, y como tal permaneció hasta hace unos cincuenta años en los que poco a poco fue perdiendo sus enraizadas señas de identidad.
La romería se fundamenta en tres pilares básicos. La Fe. La Tradición y el Folclore, de ello dan buena cuenta los sucesivos Interrogatorios a los que se sometió la Villa del Campo, nadie quiere perderse pujar o llevar a la Virgen, echar su bandera al son del tamboril o remojar su garganta con un añejo y sabroso pitarra.

Ermitas de los Santos Mártires y de San Blas: Aunque derrotada, hasta finales del siglo XVIII perduro en la ladera sur del alto de las eras la ermita de los Santos Mártires Fabián Y Sebastián, en cuyo honor la Cofradía de la Misericordia solía distribuir una vaca o bien pan queso y vino entre los pobres por un valor superior a los 200 Reales de Vellón, de ella nos queda la cancioncilla que todos hemos oído recitar alguna vez.
La de San Blas, ubicada en el actual Consistorio se mantuvo en pie hasta bien entrado el siglo XIX, era la sede de las cofradías, a demás del San Blas que hay en la Iglesia estaban en ella las imágenes del Nazareno y Amarrado a la Columna, hoy en el Cristo.

Fuente del Oro: Las ricas características fonéticas Extremeñas, dan al nombre de esta fuente todo un abanico de posibilidades, la fuente hace alusión al Oro (metal que la tradición sitúa en sus inmediaciones.) pero fonéticamente se convierte en Fuente ´loro, fuente de loro o Fuente del loro.
Oficialmente se halla catalogada como “Fuente del Loro”.
Aunque de época posterior, tanto por su estructura, técnica y los materiales empleados para su construcción, bien podría pasar por Romana, como fuente popular se halla inmersa en numerosas leyendas urbanas. Hay otras tres de similares características, una en Pozuelo de Zarzón y dos en Villanueva de la Sierra, que bien pudieron ser del mismo autor o salidas del mismo taller, la fuente cuenta con el beneplácito popular, sí bien a efectos prácticos es de escaso caudal y no se utilizaba como potable.

La Jerrumbrosa: La Jerrumbrosa es sin duda la más popular de cuantas fuentes hay en esta villa, se halla a unos 6.7 km. junto al denominado camino de la Torre de Don Miguel. Es de manantial constante y el agua que de ella brota tiene un marcado sabor a herrumbre, del que procede su nombre, desde lo tiempos más remotos se acude a ella para con sus aguas calmar diferentes dolores, bien ingerida o como baño y masaje, al hallarse cerca de la Ermita, extiende hasta ella el continuo peregrinaje.
Su origen es desconocido, dada la calidad de sus aguas y el emplazamiento, puede datarse en tiempos inmemoriales.
En el año 1997 la Junta de Extremadura encarga un estudio Hidrogeológico en diversos manantiales, entre ellos el de la Jerrumbrosa, el 7 de Febrero de 2003 se inicia de oficio el expediente para la declaración como AGUA MINERO-MEDICINAL, el 21 y 25 de Marzo del mismo año, se publica en el B.O.P. y D.O.E. respectivamente, el 27 de Octubre del 2004 y el 18 de Mayo de 2005 se realizan inspecciones y tomas de muestra, el 24 de Febrero de 2005 se remite el expediente a la Confederación Hidrográfica del Tajo, el 5 de Julio de 2005 la Junta propone y declara algo que los Campusos sabíamos desde  hacia siglos, que el agua de la Jerrumbrosa era AGUA MINERO-MEDICINAL.

                                                 Fiestas y Tradiciones
El calendario local es rico, tanto en fiestas como en tradiciones, fiestas y tradiciones que bien se dan la mano o estan ligadas unas a otras. El envejecimiento y la reducción de la población hace que algunas hoy no puedan llevarse a la practica, pero siguen vivas y dado el caso, volverían con más ganas, razón por la cual algunas se mostraran en pasado, en espera de mejores tiempos para volver a ejecutarlas.
Los Quintos: El telón lo levantaban los quintos, al son del tamboril amenizaban las calles con cantes típicos y tradicionales, los pasacalles incluían que en las casas donde había moza soltera, se bailaba una jota con ella, por la mañana, el martes de carnaval ellas les obsequiaban con un chorizo, quizás como parte de la vianda para su futuro reclutamiento, hasta su abolición, la quintá terminaba con la fiesta civil más antigua y de mayor arraigo, como era la costumbre Celta de Correr los Gallo, terminados estos cada cual llevaba el gallo a la novia o familiares y era consumido en familia

Las quintas cuentan con dos fechas muy señaladas, Las Candelas y El Ofertorio, en las Candelas, ataviadas con trajes típicos regionales portando a la Virgen escenifican la presentación de Jesús en el Tempo, al tiempo que sueltan una bandada de pardales capturados por los quintos la noche anterior que representan a las palomas o pichones que se ofrecían en la circunscripción. En el Ofertorio, fiesta de gran colorido, de igual modo ataviadas encabezan la procesión y la ofrenda a la Virgen, tras la presentación los productos ofrecidos, son vendidos en pública subasta conocida como rifa.
Quintos y quintas elaboran y engalanan con palmeras, yedras, tomillos, escobas y demás arbustos de temporada el arco donde el Domingo de Resurrección se celebra el encuentro, actualmente es en la plaza, antiguamente se hacia en la reverencia.

El Corpus: Fiesta solemne, que bien podría ser llamada de los sentidos, por tradición, el afán de superación lleva a un sano pique innovador, entre quienes elaboran los altares sobre los que se expone el Santísimo, en ella además del fervor que llega a ser palpable, el aire se impregna de celestiales acordes y penetrantes olores a tomillos y fragancias de rosas que desprenden las alfombradas calles, a ello se une el colorido de las ricas colgaduras adornando los balcones y puertas que hacen de ella, un armónico conjunto para todos los sentidos.

Semana Santa: Merced al incremento, que por parte de sus originarios, durante esos días registra la población, la Semana Santa mantiene un cierto grado participativo, la banda local, los Nazarenos, las mantillas, peinetas y el tesón del sector femenino, inyectaron un chorro de aire fresco que aunque muy alejada de los valores tradicionales impulsados por las cofradías de la Misericordia, la de San Francisco, y la de la Vera Cruz, esta ultima mantuvo algunas tradiciones hasta hace un puñado de años, dan continuidad a los actos y celebraciones clásicas, que con arraigo desde siglos atrás se vienen celebrando.

La Romería: La Romería es una de las fiestas mejor conservadas de cuantas disfrutamos en esta villa, en pleno siglo XXI se mantiene fiel a los esquemas bosquejados a mediados del siglo XVIII, poco o nada a cambiado desde entonces, pese al latente pesimismo que dibujan los encuestados de la Real Audiencia, ha mantenido viva tanto la tradición y el fervor religioso, como el carácter campestre y festivo, se sigue oyendo misa, se la vitorea, se puja por sacarla, por echar su bandera y se le rinde homenaje, como Patrona que lo es de todos los Campusos.
En ella se desarrolla la oración, el sentimiento, la fe, la promesa, el folclore, la participación, la amistad y la convivencia compartiendo mesa y mantel, toda una intachable jornada, bajo el auspicio y la atenta mirada de Nuestra Señora de Gracia.
Es típica en esta fiesta la rosquilla. (Panecillo algo dulce, enroscado y adornado que las madrinas regalan a los ahijados)

La Feria: Desde sus no muy lejanos orígenes la feria va ligada a la festividad de San Bartolomé, 24 de Agosto, (popularmente San Bertol) es la fiesta por antonomasia y un gran escaparate comarcal en el que podía adquirirse todo lo básicamente necesario, cuanto más alta era la concurrencia más crecía la oferta, rara era la familia que ese día no sentaba un huésped a la mesa, entre los forasteros, ir a la feria del Campo, comprar algo o dejarlo para la feria del Campo eran expresiones muy comunes utilizadas como referente, y como manda la tradición, nadie quería quedarse sin probar las exquisitas tencas.

En el ámbito local acaparaba toda la atención y una gran actividad, jalbegar, blanquear, hacer perrunillas, flores, buñuelos o cualquier otros dulce para San Bertol es algo de lo más cotidiano, tanto las faenas domesticas como las agrarias habían de estar finalizadas y apunto para la ocasión y poder entregarse de lleno a la gran evasión, la amplia oferta no daba tregua si querías probarlo o practicarlo todo, caballitos, tío vivo, volanderas, ruletas, turrones, variados sabores de helados, almendras garapiñadas, rejiletes de colores, todo lo deseado para cualquier edad y condición estaba allí, rodeo, maná, misa solemne, procesión baile por la mañana, por la tarde y por la noche aseguraban la diversión al más aburrido de los mortales.


 Los avances dieron al traste con la feria pero quedo la fiesta, las verbenas populares costeadas a escote por el vecindario, venta de camisetas y actividades diversas amenizadas por voluntarios hicieron época y crearon escuela, le siguieron las peñas, los desfiles de carrozas y los concursos de disfraces, toda una cadena de alarde y primicia zonal, y en estas estamos.

                    
Cristo de los Desamparados (El Cristo): Pasada la algarabía y ardiente jolgorio de la feria, llega el Cristo (14 de Septiembre) fiesta más sobria y de mayor arraigo y tradición que la feria, al margen de los actuales calendarios laborales, era la segunda fiesta local, al igual que la feria contaba con tres días festivos. El progresivo proceso emigratorio iniciado hace 50 años, redujo paulatinamente la festividad que se halla muy próxima a la feria y al periodo escolar y fuera del clásico vacacional.
Su mayor atractivo siempre fue religioso, tanto de manera oral como documental, consta que a ella traían grandes predicadores, costeados por las fincas (tierras, cercados y olivos) que la ermita poseía, tras las desamortizaciones fueron los mayordomos quienes costearon los gastos que acarreaba la fiesta, contribuyendo a ello la maná del cristo.
Era frecuente ese día cantar Ramos, el ramo consiste en engalanar con cintas, objetos y dulces, la rama de un árbol, previamente cortada, durante la misa, llegado el momento del ofertorio, de manera solemne, quien había hecho la promesa o por quien se había hecho, rodeado de su familia y un coro, avanzaban en procesión hacia el altar, bajo la atenta mirada de la gente, durante el recorrido, hacían paradas para cantar estrofas compuestas para la ocasión y alusivas al motivo por el que se celebraba el Ramo, llegados al altar, el sacerdote oficiante recibía la ofrenda, la bendecía y la presentaba al Cristo, permaneciendo junto al altar el resto de la misa, finalizada esta el contenido del Ramo era vendido o subastado.
Los Ramos eran una bonita manera de dar gracias y una sincera forma de expresar públicamente los sentimientos, algo de lo que hoy andamos muy escasos.
Fuera de lo religioso la fiesta del Cristo estuvo muy relacionada con los toros, el resto era el típico chateo mañanero, conocido como tomar las once, por la tarde, café, partida y baile.
Para mayor información ver la Web oficial.

Villanueva de la Sierra. V. Vecindario en 1866: 272 vecinos, es de corta capacidad y escasísimos recursos para alojamiento.
Censo 2011: 497 habitantes.
De Villanueva de la Sierra al Bronco = 9 km.

                                     Fundación
Como tal y sin descartar que en su actual emplazamiento, hubiera algún tipo de asentamiento, el Rey Alfonso IX de León deslinda a Aldeanueva el 28 de Mayo de 1188, tras ser despoblada la Aldea de Trasgas, Trasgas estaba situada en la junta de los ríos Árrago y Tralgas, que a su vez estaba sobre las cenizas del viejo Laconimurgo, el 2 de Mayo de 1261 pasa a ser Cámara Episcopal.
Monumentos: Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, siglo XVI de una sola nave. Ermita de Dios Padre, en lo alto de la sierra. Cuenta con una estatua en bronce obra de Benlliure, que representa al soldado Inocencio Rubio, vecino del pueblo que murió en la guerra de Marruecos, y dos estelas funerarias cuya procedencia podría venir del antiguo Laconimurgo.

                                                                     Fiestas
Romería de Dios Padre, Santa Julita y Quirico, desde hace más de 200 años data la tradicional fiesta del árbol.
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El Bronco. L. Vecindario en 1866: 53 vecinos, es corta de capacidad y escasos recursos para alojamiento. Actualmente se encuentra integrado como pedanía en Santa Cruz de Paniagua, con un censo de unos 30 habitantes.
De El Bronco al Cerezo = 8 km.

                      Fundación

Aunque los primeros datos documentados proceden de las Relaciones Topográficas de Felipe II 1575 (formula posteriormente usada como Interrogatorios) El Bronco estaría habitado tras la reconquista y repoblación de la zona, comienzos del siglo XIII, quedando encuadrado en la comunidad de Tierras de Granadilla.

                                                             Monumentos
Iglesia Parroquial del siglo XVII dedicada a Santa Maria Magdalena, de origen rustico rural, se halla situada sobre un pequeño otero.
Cruz granítica emplazada en las afueras del pueblo.

                                     Fiestas
San Blas y Santa Maria Magdalena, 3 de Febrero y 22 de Julio respectivamente. Es costumbre sacar a ambos en procesión por las calles del pueblo, bajo los tradicionales acordes del tamborilero, en su honor, durante el recorrido, en los espacios más amplios se suele echar la bandera, que consiste en ondearla horizontalmente con maestría y destreza girándola a ambos lados sin que está se líe al mástil, todo ello al son del denominado toque de bandera interpretado por el tamborilero.

El Cerezo. L. Vecindario en 1866: 46 vecinos, es de corta capacidad y escasos recursos para alojamiento.
De El Cerezo a Granadilla = 12 km.
Censo 2011: 188 Habitantes.
                           Fundación
No seria descartable un origen Vetton, con evidencias palpables romanas y árabes.
                           Monumentos
Iglesia de San Juan Bautista, de muy tosca construcción, destaca el campanario por estar separado de la misma. Ermita de la Virgen del Teso y el pozo Gabriel.
Fiestas: Se desconocen.
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Granadilla. V. Vecindario en 1866: 180. Vecinos. Sin censo actual, la villa fue despoblada al quedar parte de su territorio inundado por las aguas del Pantano de Gabriel y Galán.
                                 Fundación
Granadilla fue la villa de Granada (inequívoco origen musulmán) hasta la caída del Reino de Granada, en que pasa a denominarse Granadilla, fue conquistada a los musulmanes en 1160 por el rey Fernando II de León, el monarca la dotó de murallas, Granadilla fue una estratégica fortificación que dominaba la Ruta de la Plata y el paso a las Hurdes.
En 1191 fue cedida a la Orden de Santiago, pasó  por innumerables manos hasta caer en las del Duque de Alba, que la mantuvo casi 400años.

                                                                  Monumentos
Posee un magnifico castillo y recinto amurallado, Iglesia parroquial de la Asunción. Fue cabeza de partido y actualmente se halla deshabitada, el 24 de Junio de 1955 se decretó la expropiación del terreno inundable de su término afectado por la construcción del embalse de Gabriel y Galán, a partir del 15 de Junio de 1960 tras el pago de las indemnizaciones el terreno se consideró legalmente ocupado por el Estado, sin derecho a reclamación. Los últimos vecinos lo abandonaron en 1964 y en el 65 las tierras no inundadas se repartieron entre Mohedas y Zarza de Granadilla y la cabeza de partido pasó a Hervas.
En 1980 se repararon las murallas, los Granadinos y sus descendientes lucharon a brazo partido contra la Administración por regresar al cementerio el día de los difuntos y poder celebrar su romería, cosa que finalmente consiguieron.
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                             RITOS, COSTUMBRES, Y TRADICIONES DEL CAMINO

                     "El Toro de San Marcos"  A F. Borruel.

Los 110 km. que componen el camino hacen de él un largo paseo que sin duda se hará más llevadero refrescándolo con las características, ritos, costumbres y tradiciones de los pueblos que lo componen, cada recodo esconde alguna historia, leyenda o suceso trasmitido desde antiquísimas generaciones y que tal vez dadas sus características tan sólo sean conocidas en el ámbito local, razón por la cual se haría necesaria la aportación local para darlas a conocer.
Entendiendo que este puede ser un buen medio para que salgan a la luz, mediante el hilo trasmisor del camino que nos une, traemos a colación una de las tradiciones que se daba en buena parte del recorrido y localidades colindantes, como fue el TORO DE SAN MARCOS.

La ceremonia del toro de San Marcos, tenia tintes de los rituales paganos heredados de los celtíberos, estos como pueblos agricultores y ganaderos desarrollaban ceremonias de adoración al toro al cual engalanaban con guirnaldas de flores, roscos de pan y otros enseres y los llevaban en procesión a los templos, tal y como espeficica Pausanias.
Llegado el cristianismo se encontró con muchas fiestas paganas, las que no pudo abolir las fue adaptando y algunas de ellas han llegado hasta nuestros días.
Quizás el toro de San Marcos procediera de dichas fiestas, más al no ser mi intención hacer juicios de valores, dejemos que sea el propio lector quien lo juzge o interprete.

De las muchas celebraciones se ha escogido la mas conocida y considerada como matriz de cuantas se daban, y que a su vez se celebraba en el arranque de nuestro camino, semejante proceder se ha seguido en la parte literaria, escogiendo la versión más amplía de cuantas se dispone, tanto para la exposición, defensa y detracción.

                             EL TORO DE SAN MARCOS (BROZAS)
               Versión literal del manuscrito del Padre Francisco de Coria.
             Capitulo 56 de la Descripción de la Provincia de Extremadura.
                     El libro está fechado en Sevilla a 20 de Enero de 1608

“Hay en la villa de las Brozas una Iglesia dedicada a la advocación del Evangelista San Marcos, y en ella fundada una cofradía de gente muy honrada y devota de la villa, y por devoción y reverencia del Santo le ofrecen algunos toros, los cuales se guardan en las vacadas de la dicha villa, y llegada la víspera de la fiesta de San Marcos, sale el Mayordomo de su Iglesia con seis cofrades en busca del toro que para aquel año está ya señalado, y llegados el Mayordomo y cofrades a la vacada, con unas varillas en las manos acercándose al toro con mucha fe y devoción , en nombre de Dios y del santo, dice el Mayordomo estas palabras: “Anda acá Marcos que es ya tiempo y hora de ir a hallarte a la celebración, y fiesta del Evangelista San Marcos” el cual oyendo esto, con ser un toro el más feroz y bravo que hallan y eligen para este ministerio, se rinde y amansa, y da lugar para que lo saquen solo de la vacada, y le guían y traen a la villa, como si fuera una mansa oveja y llegado con èl a la Iglesia de San Marcos que está fuera de la villa, en la cual está ya dentro esperando el clero y pueblo, empiezan las vísperas con mucha solemnidad, a las cuales asiste el toro quietamente, con mucho sosiego y reposo como si fuera persona que tuviera entendimiento; y acabadas las vísperas, el Mayordomo y cofrades le  llevan a la villa y le traen por todas las calles de ella, y le entran en muchas casas y andan con él por todos lo aposentos bajos de ellas, y piden limosna para el Santo, entrando y saliendo por donde le guían, torciendo el cuerpo, cabeza y cuernos, por la estrechura de los lugares por donde le hacen entrar, y después que de esta manera han dado con él la vuelta a toda la villa, le llevan a un cercado y le encierran dentro, adonde se queda aquella noche; y por la mañana entra en el cercado el Mayordomo sólo, y llamando de la misma manera le saca fuera y lo lleva a la Iglesia Mayor de la dicha villa, adonde está junta la clerecía y pueblo; y ordenando una devota y solemne procesión, salen de la Iglesia, llevando en medio de ella al dicho toro, y junto de los sacerdotes, que van revestidos para la celebrar la misa; y es gran maravilla ver el sosiego y mansedumbre con que va, sin hacer mal a nadie, llegándose todos a él con seguridad y tocándole, le ponen las manos en el cerro y le asen de los cuernos poniéndole en ellos roscas de pan, guirnaldas de flores y candelas encendidas, estando tan manso como si fuera un cordero, y muchas veces sucede, con la apretura de la gente que aquel día acude de toda la comarca a ver esta maravilla, apretarle tanto que muchas veces acontecese caer sobre él sin hacer más movimiento que si fuera un jumento, antes sucede muchas veces, viéndose apretado con la mucha gente, alzar la cabeza y barba por no hacer daño ni tocar a nadie con los cuernos, y de esta manera viene en procesión hasta llegar al monasterio de Nuestra Sra. de la Luz, de frailes descalzos de San Francisco, que está un buen trecho apartado y fuera de la villa, y allí salen los frailes en procesión a recibir la de la villa, y a un tiro de piedra antes de llegar a la Iglesia del monasterio está un devoto humilladero o capilla, y pasando la procesión junto a él, sube el toro cinco gradas bien agrias para entrar en él, y al salir baja otros cinco escalones de piedra, con grande admiración y espanto de los que lo ven; y recibida la procesión por los religiosos, entran en la Iglesia del monasterio con el toro, y entran al claustro, dando vuelta alrededor de él, y vuelven a entrar en la capilla mayor por junto a la sacristía, y entrando en la capilla, sube las gradas del altar mayor, que son ocho y bien agrias de subir, y llegado a le peana del altar mayor, con el hocico y besa el altar, y dando la vuelta, vuelve a bajar las dichas gradas, sin hacer mal a nadie, con verse bien apretado de la mucha gente que se le acerca; y saliendo con la procesión de la Iglesia, va con ella hasta la ermita de San Marcos, en la cual celebran luego la misa con grande solemnidad en un altar que está aderezado, por la parte de afuera por no caber la gente dentro, por ser mucha, a la cual se predica; a todo lo cual asiste el toro, estando muy manso y quieto hasta que el sacerdote consume, y entonces le hacen señal con unas varas el mayordomo y cofrades dándole con ellas, y echa esta señal sale de allí tan feroz y desasosegado, corriendo con tanta braveza y furia que espanta, volviendo unas veces la cara, otras como espantado, sin osar nadie burlarse de él, más guardarse de él, como mejor cada uno puede; cosa por cierto que causa admiración y parece milagroso manifiesto, con el cual quiere Dios manifestar la grandeza y santidad de su cronista San Marcos, pues en su día y fiesta amansa a un animal tan bravo y feroz; y aunque es verdad que a San Marcos, entre los cuatro Evangelistas les apropiado el león, y el toro a San Lucas, creo se hace esta memoria en toro por no haber león en España; y a quien amansa a un toro tan bravo, amansara un león si lo hubiera, pues es tan poderoso el señor que todo lo puede como se lee en la vida de San Jerónimo, adonde se dice que amansó Dios un león por medio de este santo doctor, al cual sacó en el desierto una espina que se le había hincado en una mano y por esto pintan a San Jerónimo con un león a los pies, también se cuenta esta maravilla en otras muchas historias, por haber tenido muchos grande incredulidad, y dudado mucha de esta maravilla del toro, sea suspendido la procesión algunas veces por mandato del obispo de Coria, como diocesano por la cual la villa de las Brozas y los cofrades de San Marcos tienen breve Apostólico, y licencia general del Papa para que todos los años se haga la procesión del toro pues Dios es servido de mostrar esta maravilla.”

                           DEFENSA MILAGROSA DEL TORO DE SAN MARCOS

Toro de San Marcos, Autor VEREDAS

En 1690 vio la luz el libro titulado “San Marcos defendido en el milagro que Dios obra por sus méritos, en amansar un toro el día de su fiesta todos los años”.  
Su autor es Fray Antonio de Trujillo, Franciscano descalzo del convento de Nuestra Señora de la Luz de Brozas, Provincia de San Gabriel.
El libro está dedicado al Padre Francisco de Coria, por entender que a este le habría gustado que alguien pudiese aclarar la confusión reinante en torno a la mansedumbre del toro que todos los años se daba en la fiesta de San Marcos.
Instado por el deseo propio y el del que fuera su superior en la orden, (el Padre Coria fue Ministro Provincial de los Franciscanos de la Provincia de San Gabriel) Trujillo defiende el milagro de la mansedumbre del toro en la festividad de San Marcos.
Cuenta el libro con la autorización del Padre Coria, emitida por el secretario del convento de Coria, (el Padre Coria había fallecido en 1609) y con la del Sacro convento de San Benito de la Orden de Caballería de Alcántara, y la aprobación de Fray Juan Romero de la Torre, del convento de la Luz de Brozas, y con la del R.M.P.M. Alonso Morientes de los RR.PP. Maestro de Teología y Calificador del Santo Oficio de la ciudad de Llerena, testigo ocular por haber ido a predicar a Brozas el día de San Marcos en 1687, con la de Fray Manuel de Plasencia, Fray Juan de la Concepción de Brozas, Fray Bartolomé del Pozuelo, y de Fray Juan Santano de Membrio, los cuatro pertenecientes al convento de San Francisco extramuros de la ciudad de Coria, (Santano fue testigo presencial de lo acaecido con el toro en Casas de don Gómez el año 1689, se hallaba allí, en calidad de predicador).
El Padre Antonio de Trujillo del convento de la Luz de Brozas, arranca su defensa de la mansedumbre del toro de San Marcos en Brozas, con una exposición que no difiere en lo básico de la expuesta por el Padre Coria, prosigue con la vida de San Marcos en la que hace comparación entre el dios Apis y el martirio de San Marcos con el ritual del toro de Brozas.
Según Trujillo, San Marcos predicó en Alejandría contra la superstición de aquel buey, los sacerdotes Alejandrinos se opusieron con amenazas de quitarle la vida o que con ellos adorase al dios Apis, ejecutaron lo primero al no conseguir lo segundo.
La víspera de la fiesta en que los Egipcios celebraban a su gran dios Apis, comenzó el martirio de San Marcos, el siguiente, día de la fiesta principal, sacando un toro en el que veneraban a su ídolo lo conducían al templo y al grito de “Llevemos al toro al lugar del toro”, (los Egipcios llamaban toro a San Marcos ya que según ellos, sólo su Dios obraba maravillas, las que hacia San Marcos las atribuían a Apis) llevaban delante del toro a San Marcos arrastrándolo por las calles que regaba con su sangre.
Basado en este suceso atribuye Fray Antonio de Trujillo como causa legitima la mansedumbre del toro, quiso Dios que contra quien predicó San Marcos le siguiera y en su día estuviera obediente a su nombre, que depusiese su ferocidad y le viniese a venerar en su fiesta y anduviese en su procesión delante de su imagen como vencido por el poder de Dios y testimoniando la santidad de San Marcos.
Parecido contenido muestra el padre Daza aunque no todos los autores coinciden con esta versión, el Agustino Pedro Valderrama dice que el Evangelista construyó una Iglesia en un arrabal donde vivían vaqueros, mientras decía misa, le echaron un lazo al cuello y lo arrastraron por la ciudad, de lo cual se tomó la costumbre del toro.
Advierte Trujillo que el milagro del toro no es algo nuevo, si no que estaba olvidado por no haber quien haya escrito en su defensa y sí por la parte contraria.
La acción del amansamiento del toro es dificultosa por exceder a las fuerzas naturales expone Trujillo, y añade que aun siendo verdad que con la industria los hombres podrían amansarle y reducirle al trabajo, no lo seria en tan breve tiempo y con sólo llegar a la vacada y decirle “Vamos Marcos”. Tampoco es posible por medio de la costumbre, pues no siempre es el mismo todos los años, pues es conforme a lo que se le ofrece al santo, sin reparar sea o no bravo, si la cofradía no tiene toro lo pide prestado.
Tras narrar el ofrecimiento de una dama portuguesa de Rosmariñan, a la que habían contado las proezas del toro de San Marcos, Trujillo se hace eco de lo inmemorial que es el milagro del toro, con una subsistencia de más de doscientos años, pues aunque no se ha podido hallar el origen en la villa de Brozas, que se la supone fue la primera en introducir la celebración se sabe que mucho antes de eximirse Brozas de la jurisdicción de la villa de Alcántara en 1525 (el hecho de que Brozas estuviera sujeta a Alcántara, hacia que los documentos originales de pleitos y demás cosas pasaban a Alcántara, con el tiempo se perdieron, contentándose los Brocenses con la tradición heredada) era ya inmemorial y no se conocía el principio ni la fundación, y que tanto la Iglesia como los ordinarios la habían tolerado.

                                                 TESTIGOS DE VISTA
El testimonio de los testigos oculares es algo que escasea en estas celebraciones, Trujillo trae a sus páginas el testimonio de un puñado de frailes casi todos de su mismo hábito que dan testimonio de lo que vivieron, entre ellos se encuentra el Reverendo Fray Juan de la Trinidad, dos veces Provincial e insigne teólogo en su tiempo, (esta última observación hecha por Trujillo podría indicar que a la hora de editarse el libro, Juan de la Trinidad ya hubiera fallecido, los datos que Trujillo presenta proceden de la Crónica de la Provincia de San Gabriel de 1652) .
Según El Padre Antonio de Trujillo, Juan de la Trinidad no llega a determinar el caso como milagroso, aunque lo prueba como tal con otros sucesos, y tras omitir lo referido a la celebración, copia las averiguaciones que de la Trinidad había efectuado.
Juan de la Trinidad indagó entre los más ancianos de Brozas, sobre el origen y otras circunstancias, ninguno dijo con certeza cual fue el principio, afirmaban haber oído a sus abuelos y antepasados, que cuando la villa era aldea de la de Alcántara, un juez eclesiástico mandó so grandes penas que no se trajese el toro, que se hiciese la procesión y misa sin él, la orden fue acatada en su totalidad, pero a la hora de las vísperas, sin que nadie lo hubiese traído, el toro entró en la ermita y al día siguiente, sin ser llamado estuvo en la misa y procesión en la forma que otras veces, la cofradía pidió testimonio de lo sucedido, puesta la causa en el tribunal del Nuncio Apostólico y cumplidas las averiguaciones se dictó sentencia a favor de los cofrades, dando licencia para que se trajese el toro y que nadie inferior a el  lo impidiese.
Refrendando al Padre Trinidad, Trujillo menciona lo sucedido en Casas de Don Gómez, lugar del obispado de Coria, a una legua de dicha ciudad, indica Trujillo que hay en el lugar una ermita de San Marcos y que celebran su fiesta con las mismas ceremonias que la villa de Brozas, con la salvedad de que los cofrades a la hora de ir a buscar al toro llevan consigo al cura para que diga la conmemoración y oración del Santo, Llevado por la opinión de algunos autores que indican la presencia de superstición en la ceremonia, Don Juan de Porras y Atienza obispo de Coria, mandó que no se llevase el toro a la procesión, se obedeció el mandato y aquel año se hizo la fiesta  sin el toro, pero sucedió que a la hora que solían ir por él para traerle a las vísperas, se vino el toro a la ermita y estuvo alrededor de ella echado o pastando, como aguardando que lo llamasen, Trujillo data el suceso en 1686, llegó la noticia al obispo y añadidas las razones por las que la ceremonia no se tuviese por supersticiosa, esté autorizó en 1688 que la fiesta se celebrase como se venia celebrando.
Ermita de San Marcos, Casas de Don Gómez
Como ya se ha dicho el Padre Juan Santano de Membrio, fue testigo presencial de lo acaecido en Casas de Don Gómez y su relato difiere del de Trujillo tanto en fecha como en contenido, Santano se hallaba en el lugar de los hechos como predicador del sermón del Santo, y narra en su carta de aprobación del libro, que la víspera fue la cofradía a por el toro como era costumbre, y siendo por singular naturaleza tan fiero como un león lo trajeron tan manso que no faltaron lágrimas de emoción al verle tan doméstico e indómito, al cual trataban tanto hombres , mujeres y niños como al más humilde racional. A ninguno miró para agraviarle hasta llegar a la Iglesia, allí puso los ojos en un zagal portugués, las dos primeras más para halagarle que para ofenderle y si le maltrató a la tercera, fue porque el joven fiado de la mansedumbre le incitó con demostraciones de toreador en el coso, es cierto que se restituyó a su braveza porque desde el Baptisterio un forastero convidó al toro con la capa, al salir del templo en procesión con el Santo, pareció picado y dio tras un niño de siete años hasta haberlo podido alcanzar sí no lo hubiera evitado una mano superior que le tiró de la rienda con admiración de todos, después puso en huida a un diputado y cofrade, Santano omite las acciones más indecentes que vio, y achaca la no continuidad del milagro a la gente forastera que no va a dar gracias a Dios movida por las indulgencias plenarias concedidas para la ocasión por Clemente VIII, si no a ver fiesta de toros. Prosigue Santano que a la mañana siguiente, día de la fiesta, los diputados constantes en su fe determinaron volver a por el toro, lo trajeron tan manso que con su vista enternecía el más cruel corazón, tanto que sin repugnancia alguna se dejo trenzar la cola. No llegó a la Iglesia, ni anduvo en la procesión, por mandato del obispo de Coria le soltaron y se fue. (La carta de aprobación de Santano está fechada el 14 de junio de 1689 y el suceso lo cita en el presente año).

Refleja el Padre Juan de Trujillo en su defensa que la bula de Clemente VIII a petición del obispo de Ciudad Rodrigo prohibiendo la práctica, fechada el 10 de Marzo de 1598, tan sólo regula aquella diócesis. Y que las causas del rescripto, serian que en la villa de Villamiel, obispado de Ciudad Rodrigo, se hacia la ceremonia al igual que en los demás sitios, debió exceder en el modo o bien el cura fuese de la opinión que era superstición, este informó al obispo y el obispo al pontífice, dando lugar al rescripto.
Las causas expuestas por el prelado es que el toro trae en las astas candelas encendidas y roscas de pan y hay gran peligro de las almas y horra divina, a sí como que la acción es vecina o ronda la superstición y semejante a la idolatría, añade que las mujeres y el vulgo entienden que aquel toro fue enviado por el cielo o San Marcos para celebrar su fiesta, por lo cual se le da veneración y culto divino, hay riesgo y peligro de vidas, fealdades, alborotos y risas descompuestas que con esta acción hay en la Iglesia mientras los Oficios Divinos.
Trujillo afirma haber estado presente como predicador en algunas partes y asegura bajo juramento si fuese necesario que al menos desde que el papa lo prohibió no ha vuelto a haber incidencias.



                           DEFENSA CAUSA NATURAL, DE BENITO JERONIMO FEIJO


En el discurso octavo, séptimo tomo del Teatro Critico Universal, íntegramente dedicado al toro de San Marcos, el Padre Feijo expone que es notorio a toda España el culto (si se puede llamar culto), que al glorioso Evangelista San Marcos se da en su día en algunos lugares de Extremadura; Feijo hace notar que hay ciertas variedades en los diferentes lugares en que se celebra, comúnmente se dice, que la víspera de San Marcos, los Mayordomos de una Cofradía instituida en obsequio del Santo, van al monte, donde está la vacada, y escogiendo con los ojos el Toro que les parece, le ponen el nombre de Marcos; y llamándole en nombre del Santo Evangelista, el Toro sale de la vacada, y olvida, su nativa ferocidad y su esencial irracionalidad, y los sigue pacífico a la Iglesia, dejándose  manejar de todo el mundo, las mujeres suelen ponerle guirnaldas de flores, y roscas de pan en cabeza y astas, asiste a las vísperas y el día siguiente a la Misa, y Procesión, acabados los Divinos Oficios; recobrando la fiereza, partiendo disparado al monte, sin que nadie ose ponérsele delante.

En cuanto a la mansedumbre considera Feijo que pueden darse tres causas milagro, supersticioso, y natural. Milagro si lo realiza Dios por méritos del Santo o por ruegos de sus devotos, superstición si lo obra el demonio en virtud de pacto implícito o explícito, natural si se produce por algún medio de la naturaleza.
Quienes mantienen el rito, y habitan los lugares donde se mantiene, lo reputan, milagroso, alegando algunos prodigios, que repite Dios anualmente como la licuación de la Sangre de San Jenaro.
La tolerancia de los Prelados nada prueba a favor del rito; pues en varios casos dicta la prudencia permitir algunas cosas absurdas, por evitar mayores inconvenientes, y es natural se encontrasen éstos en el empeño de retraer al pueblo de la continuación de un rito, que contempla como canonizado por la antigüedad de la costumbre; y que por consiguiente acaso miraría la prohibición como un injusto atropellamiento de su derecho posesorio.

Tras una serie de exposiciones afines a la teología, Feijo determina que en el toro de San Marcos no se de milagro ni pacto diabólico y sí causa natural, Feijo se basa en unas reglas defendidas por prestigiosos teólogos como el Maestro Fray Juan de Santo Tomás, o los PP. Salmanticenses, en las que viene a concluir que si el caso es dudoso hacia las tres partes, es decir, si se puede dudar si el efecto es de Dios, o del demonio, o de causa natural, se debe atribuir antes a esta última, que a la primera, ni a la segunda. Este es el caso del Toro de San Marcos.

Los PP. Salmanticenses siguen una línea similar al Maestro Santo Tomás, alegando que a veces el toro no obedece al Mayordomo de la Cofradía, dando por sentado los naturales que el Mayordomo es de prosapia judaica, o bien cuando el toro por alguna causa que pueda influir en ella no entra en las casas determinan que está amenaza de alguna próxima calamidad.

En la misma línea oyó Feijo a un testigo ocular en un lugar próximo a Zamora, estando el toro en un corral, a donde fue a sacarle el cura revestido, y con todo el aparato de Iglesia, este le llamó repetidas veces con el nombre de Marcos, y el toro respondió con bufidos, y ademanes de acometer, se corrió el rumor por el pueblo de que la resistencia se debía a que el cura estaba en pecado mortal.

Como plato fuerte Feijo cita el rescripto del Papa Clemente VIII al Obispo Civitatense, que le había consultado sobre este rito, con el motivo de estar comprendidos en su Diócesis algunos de los lugares donde se celebraba la fiesta de S. Marcos en el modo ya expresado, pasando a copiar íntegramente el rescripto:
Venerabilis Frater, exponi nobis nuper fecisti, apud nonnullos istius Dioecesis Civitatensis Populos inolevisse abusum quemdam in festo Sancti Marci Evangelista, quo die Taurus quidam ferocissimus publice ad Missam, & Processionem a vicinis perducitur, Marci nomine, candelam, & panem in cornu gestans, magno sane cum divini honoris, & animarum periculo, cum ipsemet belluae a foeminis presertim, ac reliqua Vulgi multitudine, quasi e Coelo a Deo, vel a Sancto Marco ad Processionem Missae, veneratio, ac Divinus Cultus tribuatur…………………….

El Padre Tomás Hurtado justifica la práctica en el fundamento de que es inmemorial, lo cual motiva legítima presunción de que no es superstición, los pueblos son católicos y es tolerado por Prelados Eclesiásticos e Inquisidores, sobre el Breve de Clemente VIII, expone que no fue expedido ex certa scientia, & motu proprio, sino en virtud de súplica, e informe del Obispo Civitatense, en cuya Diócesis quizás se practicaban los abusos y  que sólo afecta al Obispado donde está recibido.

Tras contraponer al Padre Hurtado, Feijo centra su discurso en la parte filosófica, citando al Maestro Juan de Santo Tomás que inquiere si con la aplicación de algo natural, piedra, hierba, o licor, se puede inducir a la mansedumbre transitoria del toro, sin negar que haya tal virtud en alguna cosas naturales resuelve que no obra tal virtud, primero porque sólo en el día o fiesta de San Marcos se amansa el toro, si fuese por causa natural,  cualquiera otro día haría efecto, segundo porque los naturales sólo usan la invocación del nombre de San Marcos para amansarlo.
Ambas cosas son revocadas por Feijo, sí hay algún medio natural por el que el toro se amanse por un determinado espacio de tiempo, ese medio bien podría ser practicado de manera oculta por el vaquero, y hacer creer que todo se obra por la invocación de San Marcos.

Sobre idéntico tema trae una planta llamada Onagre, de la que dice Dioscórides, que el agua en que ha estado en infusión la raíz, bebida, mitiga y amansa las fieras y podrían los pueblos donde se celebra San Marcos conocer algún secreto y úsalo en él. En similar término se expresa el Doctor Laguna, advierte el Doctor que la Onagra tiene un fuerte olor vinoso, que a los mansos y muy flemáticos animales enciende y hace furiosos y a los bravos y furibundos resfría y domeña templándolos con un dulce sueño, y así en la víspera de San Marcos suelen tomar un ferocísimo toro y lo emborrachan con el más fuerte vino que hallan reduciéndolo a tanta mansedumbre y blandura.

Ante semejante gravedad y juicio, Feijo opone las objeciones de que la embriaguez del toro en el grado que dice Laguna, el toro no podría caminar del monte al lugar, ni pasearse por las calles, necesariamente caería a cada paso y que comúnmente el toro recobra la fiereza al punto de acabarse la misa. No obstante, rebajando los grados de embriaguez, es posible que el vino amanse al toro y los que andan en el manejo tengan tanteadas las dosis, y la súbita alteración al finalizar la misa debería ser entendida como en dos o tres horas.

Feijo dice estar enteramente persuadido de que cuanto sucede con el toro de San Marcos es industria del hombre y no milagro del Altísimo, ni obra del demonio, por lo común tiene asentido que consiste en hábito y enseñanza del toro, Feijo se pregunta ¿Qué dificultad hay en que el vaquero a algunos novillos, desde tiernos los habitué a seguir pacíficamente a quien les haga tal o cual señal, mucho más al mismo vaquero? Y expone un caso localizado en Auñol, lugar de la Alcarria en que un vaquero tenia enseñado a un toro adquirido de novillo, a acudir manso a él, siempre que le enseñaba levantada la falda anterior del coleto, por que solía darle sal en el, fuera de esta circunstancia era tan feroz como el que más, añade otro de un sacerdote que en las vecindades de Jerez de los Caballeros habituó a otro toro a admitir freno y silla, y dejarse montar, sirviéndole en sus viajes y en las calles de Jerez lo vieron caballero en su toro, siempre dócil en presencia de su amo, perdiéndole de vista era tan feroz como los demás toros, hasta que finalmente le quitó la vida al pobre sacerdote, este quiso apartarlo de una vaca prevaleciendo sobre el hábito contraído, el furor del incendio lujurioso.
Feijo excusa alegar otros ejemplos en prueba de que los toros son capaces de disciplina, basta la manifiesta posibilidad de que pueda hacerse, para creer que efectivamente así se hace, pues en el caso presente ocurre causa ordinaria y natural cual es la expresada industria humana, y aun estando el toro bien doctrinado puede suceder una desgracia, por la fuerte impresión que puede hacer en su imaginativa algún objeto, un color o tal movimiento pueden conturbarlo y rompa con cuanto tiene delante, que acabados los oficios parta el toro al monte puede deberse a que alguna señal que le hagan y que el aprende que van a herirle o que lo hieran con algún rejoncillo sin que los circundantes lo entiendan.

El fundamento de los textos expresados están sacados del mencionado libro del Padre Juan de Trujillo y del Teatro Critico Universal, tomo séptimo, discurso octavo de Feijo, que obviamente tienen un contenido más sustancial y amplio que el aquí desarrollado y puesto en un concepto más reducido que los originales.
Excepto la versión del Padre Coria, que se describe integra y de la manera más fiel posible.

                                                 Breves observaciones
Como predicador del sermón del santo, (algo muy usual en las grandes celebraciones hasta mediado el siglo XX) el Padre Juan de Trujillo fue testigo ocular y cuenta con varios más, si bien hay que observar que casi todos son de la misma orden y regla, razón por la que podría haber prevalecido el voto de obediencia debida.
Feijo se pronuncia 125 años más tarde que el Padre Coria, y eso es mucho tiempo en el cual se siguió celebrando la fiesta con la posible incorporación de abusos, y tiene en su contra que no conocía la celebración más que de oídas a pesar de que en su tiempo aun se celebraba y que hace una valoración global aun reconociendo que es diferente en cada sitio, mezcla los sucesos y los resuelve en su conjunto.

Pese a las numerosas trabas que recibía, la ceremonia se mantuvo hasta mediado el siglo XVIII, la puntilla la darían los Borbones, tras la firma del Concordato 1753, fueron aboliendo las tradiciones seculares, que no estaban bien vistas a ojos de sus asesores por su carácter heterodoxo, tales como Romerías, Empalados y Disciplinantes de las Procesiones Cuaresmales, Danzas del Corpus y un largo etc. entre los que estaba el Toro de San Marcos.
La orden de supresión del toro de San Marcos está fechada el 3 de Febrero de 1753.

Lo expuesto aquí, tan solo tiene carácter divulgativo de una tradición que se daba en algunos pueblos del camino “De Brozas a Granadilla” y en otros muchos, próximos a él, sí se obraba o no milagro, es algo que ha de juzgar cada cual.

Hay constancia de que dentro del camino, había al menos dos pueblos que celebraban la ceremonia, Brozas y Guijo de Coria, y próximos a él consta que en algún momento, se celebraba en Mirabel, Holguera, Casas de Don Gómez, Pozuelo de Zarzón, Ahigal, Casas del Monte, Zarza de Granadilla y el mencionado Villamiel.
E.Moreno.

Agradecimientos: A los incondicionales que prestan ayuda y fotos que contribuyen a hacer los textos más llevaderos. A Sixto Rivas por su aportación sobre el Bronco. (El Bronco también existe)
Y al Instituto Cartográfico de Cataluña por la cesión de los mapas.

Los Mapas son propiedad del Institut Cartográfic de Cataluña, disponible en http://www.icc.cat/

1 comentario:

Sixto dijo...

Muy interesante y bien documentado.
Un saludo
Sixto