martes, 29 de junio de 2010

LOS CAMINOS DEL CAMPO

En el principio ya existía la palabra…….
…..En la palabra había vida y la vida era la luz de los hombres…..
Con este bello poema, comienza San Juan su Evangelio, describiendo el origen de la creación.
No pretendo hacer comparaciones Evangélicas, tan sólo es una similitud que se da con Villa del Campo.

Desde los tiempos más remotos sobresalían en esta villa los caminos, por ellos fluía la vida en incesante trasiego.
Antes que la luz, fue la sombra,
antes que el pan el trigo,
y antes de crearse esta villa
ya existían sus caminos.

Como bien dice el poema, antes de fundarse esta villa ya existían sus caminos, y muchos son esos caminos que surcan nuestro pequeño universo, ancestrales vías de comunicación sin las cuales no se concibe el progreso.
Cuentan que los primitivos caminos no fueron obra de la mano del hombre, si no del paso del ganado, este fue abriendo brecha en su incesante búsqueda de nuevos pastos, miles de años más tarde nos lo recordó Machado.
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

El más antiguos de los caminos del que hay constancia en la zona, pudo haber sido abierto por el mismo método, los Vettones lo transitaron en su quehacer pastoril para alcanzar la maseta por el puerto Viejo.

Este primitivo camino unía Coria con la meseta, pasando por Laconimurgo (ver acercamiento a los Vettones) y el citado puerto Viejo. Muchas son las huellas dejadas por este camino en las diferentes épocas del mencionado trayecto, los asentamientos de la Raíz, la laguna Viciosa, el enclave de la actual Ermita, la Jeruumbrosa, la Reina, todas en el mismo eje de Coria y el puerto Viejo, son huellas palpables de este camino que no ha borrado el tiempo, más tarde fue conocido como camino de la Reina (por dirigirse al lugar llamado así) partía desde la vía Dalmacia pasando por Calzadilla rumbo a la aceña del mismo nombre que llegó hasta nuestros días, siendo tío Crisanto su último molinero.

Ya en épocas más reciente 1826 Sebastián Miñano menciona en su diccionario un camino que pasaba por la ermita procedente de Alcántara y con destino a Baños, cuarenta años más tarde un itinerario militar describe minuciosamente (aunque con alguna errata y fallos topográficos al confundir el Arroyo Patana con el Marchagaz y el Pedroso con Cedroso) el camino de Brozas a Granadilla, detallando los lugares en que había recursos y condiciones de alojamiento, siendo calificados como regulares los del Campo, y sin mencionar a Pozuelo añade que a tres kilómetros del Campo se pasa el Arroyo Pedroso para seguir rumbo a Villanueva y llegar a Granadilla por el Bronco y el Cerezo.
Para apreciar la tupida red de caminos que superan varios términos antes de llagar a su destino, basta con un ligero barrido visual a los mapas de la zona, (preferible los anteriores a los años 50, que no reflejan carreteras sólo caminos). Los de tránsito comarcal, siguiendo el denominador común transcurren de noreste a sureste, de oeste a este, y de sur a norte, los locales lógicamente fluyen por todo el perímetro.
Los de noreste a sureste proceden básicamente de Valdárrago y el paso del puerto Viejo, de gran utilidad tras la reconquista, hasta los tiempos modernos fueron ampliamente utilizados, como vías de comercio, tanto por particulares como por chalanes y arrieros, que practicaban todo topo de trueque, confluyen en la Cañada Real de Ahijaderos (carretera del pantano) para unificarse y tomar rumbo a Coria por el camino que unía Coria con Salamanca (carretera de los cuestos) o bien por el camino del campo vía Calzadilla, que como su nombre indica, sin duda fue un gran nudo de comunicaciones.

Los de oeste a este se unen al de Santibáñez a Montehermoso, sin duda el más conocido y el más importante de todos, además de hallarse en él la Ermita, y la laguna el Sapo, antiguo lugar de baños de la juventud masculina, es el eje central del municipio, tras recoger la mayoría de los caminos locales se adentra en el Pozuelo por el cruce.

El más oriental de los de sur a norte denominado de Coria a Salamanca, servia de lindero con Pozuelo, desde donde continuaba hacia Santa Cruz para adentrarse en las Hurdes, había otro que transcurría en paralelo a este partiendo desde Calzadilla (continuación del camino local de Ciudad Rodrigo a Calzadilla) y por término del Guijo enlazaba con el de la Parca, (curioso nombre, camino de la Parca, máxime cuando va a morir a las Reyertas) para llegar al Campo por el pozo nuevo, los otros caminos que forman la diagonal opuesta a los de Valdárrago, es decir los de la Granja y la Raíz, tuvieron mucha importancia en tiempos anteriores mientras hubo asentamientos estables, los deslindes posteriores y finalmente el pantano los redujo a caminos locales, el otro gran camino del sur, lo es por denominación aunque entra por el oeste, es el de Moraleja al Campo, de vital importancia, en Moraleja enlazaba con el de Alcántara que subía por Piedras Albas y la Zarza, desde Moraleja ascendía por el Árrago para cruzarlo a la altura de la actual isla y continuar entre la cruz de la Agustina y la laguna Viciosa, tras cruzarse con el de Villasbuenas seguía por los guijarrales y por debajo de la Ermita y rebasado el camino de la Torre se adentraba en la dehesa para unirse al de Santibáñez.
Como puede apreciarse somos un pueblo de caminos, las carreteras sobre antiguos caminos apenas si pisan nuestro suelo, tan solo cuatro kilómetros doscientos cincuenta metros de la carretera del Carrascal (que hasta hace poco no podía considerarse como tal, surcan nuestro suelo) esta vez por los caminos convertidos en carreteras no llegó el progreso, los mandatarios y terratenientes de la época no las quisieron dentro.
Casi todos estos caminos han llegado intactos a nuestro tiempo, inequívoca señal de que siguen latiendo, cuando un camino deja de ser transitado la maleza se apodera de él, algo que espero no ocurra con los nuestros. “Caminante son tus huellas el camino y nada más, caminante no hay camino se hace camino al andar”.

Hace ya muchos años que no transito por los caminos del pueblo, aunque no hay día que desde los visores no deje de acercarme a ellos, los miro y me veo caminando por ellos, compruebo que perduran como si no hubiera pasado el tiempo, recorro palmo a palmo los lugares de mis más primitivos recuerdos, y desde la nostalgia, vuelvo al Nuevo Plantío, donde en lejanos tiempos, formé parte activa de su pastoril entorno, donde entre sus verdes encinas sembré mis más ansiados sueños, con la firme esperanza de algún día poder recogerlos, y desde allí, a la realidad vuelvo, no sin antes otear los misteriosos y enigmáticos rincones de cultura Vettona, que sin saber por que, tantas y tantas veces me atrajeron.

¡Tan cerca estuve de ellos! ¡Y yo sin saberlo.!




Fotografías cedidas por J.L.L. Tato
Mapas unión de hojas del IGN

sábado, 12 de junio de 2010

LA ALDEA DE TRASGAS Y EL TRIANGULO DE VILLA DEL CAMPO

Además de los sellos, uno de los entrañables recuerdos que tengo de mi querido maestro Don Pedro eran las clases de Historia Sagrada, en ellas como en las demás materias el material didáctico era poco expresivo, en las ciclopedias (como decíamos antes) y catecismos de la época, solían representar a Dios con un ojo dentro de un triángulo, desde el cual se suponía que lo veía todo.
Dentro de la simbología geométrica, el triángulo equilátero es una figura perfecta y a poco que nos fijemos, el término del Campo es similar a un enorme triángulo, no siempre fue así, las sucesivas donaciones y posteriores deslindes crearon la figura geométrica, que ahora conocemos. En las donaciones vemos que este terreno sin topónimos o puntos estratégicos que destaquen, parece tierra de nadie, mientras que las mismas donaciones dan un carácter especial a Pozuelo y su término, (sin duda uno de los más antiguos de la zona) dada su proximidad con el actual Villa del Campo, cabria pensar que antes de que este existiera, formara parte del reconocido y amplio término Pozolino.

No parece que fuera así, este trozo de tierra en las estribaciones de la sierra de Gata, separado de ella por los ríos Tralgas y Árrago, no encaja como suelo del Pozuelo.

En la donación de Almenarella vemos el amplio territorio de Pozuelo delimitando con Rinconada y Santa Cruz, el objetivo de la mención de Pozuelo no es delimitarlo ya que se encuentra en el centro de dicha donación, si no que desde él se ve el viso del que vierten las aguas al Alagón.

Años más tarde la donación de San Juan de Mascoras (Santibáñez el Alto) de tamaño más reducido, incluye a Pozuelo con todos sus términos, pasando de igual modo décadas más tarde a formar parte del señorío de Galisteo, razón por la cual la linde de ambas encomiendas entre Guijo de Coria y Pozuelo pasa a ser el antiguo camino de Coria a Salamanca, (básicamente, actual carretera entre dichas localidades , el camino continuaba hacia Salamanca por Santa Cruz y Palomero para adentrarse en Salamanca por las Hurdes) con el triangulo fuera de dicho señorío, quedando el pozuelo encuadrado en su habitad tradicional, algo bastante usual, pues desde siempre debió haber algún tipo de barrera entre el Campo y el Pozuelo que los delimitaba, bien tribus, clanes o encomiendas que de algún modo justifican los escasísimo o nulos lazos comunes entre dos poblaciones tan cercanas y tan distantes.

Si el término del Campo no estaba ligado al del Pozuelo como queda bastante claro, ¿A quién pertenecía el triángulo del Campo?

Una vez más hemos de mirar a la junta de los ríos, allí sobre el Vetton Laconimurgo se alzaba la no menos antiquísima aldea de Trasgas.

La bula de Lucio III, año 1185 al obispo de Coria Arnaldo y a sus sucesores, cita a la aldea de Trasgas con su Iglesia Santa Maria y el Hospital para sus vecinos. (Esta Iglesia vulgarmente conocida como la Antigua, era una de las escasísimas de la comarca) La bula determina que a las Iglesias la acompañan términos y pertenencias, ET TÉRMINIS SUIIS, O ALLIIS PERTENENTIIS SUIIS.

En el caso de Trasgas cita textualmente como pertenecientes a la Iglesia de Coria. La aldea de Trasgas, con la Iglesia de Santa Maria y el Hospital para sus vecinos y otras pertenencias suyas. Algunas de estas pertenencias son palpables hoy día, en el término de Hernán Pérez, margen derecha del río Tralgas, a la altura de Vega Marina puede contemplarse una extensa vega denominada Tierra de la Iglesia , el topónimo no puede ser más explicito y aclarador, dicha tierra perteneció a la Iglesia Santa Maria de la aldea de Trasgas, de igual modo pudo poseer otras tierras que le proporcionaran pastos y leña, lindante a la aldea estaba el Monte Arriba y río abajo La Reina y el Valle de las Navas, que bien pudieron formar parte de las propiedades eclesiásticas.

Los asentamientos de la Raíz y otros muchos vestigios dejados en nuestro suelo, indican que las líneas divisorias de Trasgas se extendían río abajo y que nuestro término estuvo siempre estrechamente vinculado con los valles del Tralgas y Árrago, lo cual nos hace participes de su antiquísimo pasado y por vinculación directa nos pertenece su historia y su legado.

Trasgas fue despoblado a favor de Aldeanueva, en la actual Villanueva, en 1188 se deslinda Aldeanueva, quedando en el arroyo Pedroso, la linde que nos afecta.

La vetusta aldea de Trasgas, que tomó el nombre de una antigua denominación del río del mismo nombre (hoy Tralgas) destruida según Velo y Nieto por las hordas bárbaras, y cual ave fénix resurgida de sus cenizas, desapareció con sus milenarias estelas o lápidas mortuorias para no volver a ser levantada.

Sin Trasgas se paró su historia, se hizo el silencio, el triángulo quedó en penumbra, vacío, huérfano, desamparado esperando que algo o alguien llegara a rescatarlo.
Años más tarde llegaron los fratres del Pereiro, les gusto tanto que en el se quedaron, pero eso es otra historia, que continuara en cualquier momento....

Fotos de M.A. Morcillo y de  J.G.N
Mapas de elaboracion propia

martes, 1 de junio de 2010

DONACIÓN DE ALMENARELLA

LAS DONACIONES

Las donaciones de territorios conquistados fueron prácticas constantes utilizadas por los Reyes como recompensa a las ayudas que recibieron de ciertos caballeros, órdenes militares o instituciones religiosas, en las continuas guerras.
El territorio donado quedaba ligado al donatario en los términos reflejados en la donación, en algunas ocasiones se donaban antes de ser conquistadas, muchos de estos terrenos no estaban habitados, se limitaban a pequeñas fortalezas o torreones básicamente militares que formaban parte de la defensa de algún punto neurálgico próximo, en bastantes ocasiones el donatario no disponía de medios para su defensa o no le resultaba rentable y rápidamente caía en manos enemigas.

Algunas de las múltiples donaciones, bien por la fórmula empleada o por la simplicidad de los topónimos mencionados para su demarcación, o simplemente por haber cambiado su denominación, hacen difícil la lectura, la de Almenarella no escapa a tales dificultades.

Hoy día no resulta difícil encontrar el texto de esta donación, escrita en un latín vulgar, es mencionada en múltiples documentos, otra cosa es interpretarla, saber paso a paso por dónde transcurre en el concepto actual. El hecho de venir precedida de un amplio preámbulo, con todos los títulos y gracias que ostentaba el monarca donador y refrendado por una interminable lista de refrendarios con sus pomposos títulos no ayuda mucho, casi todos los casos en que es mencionada se limitan a transcribir las primeras líneas y el resto lo dan por sabido, si además abarca un amplio y desbastado territorio como era el que nos ocupa, casi nadie se detiene a describirlo.

                                                                        LOS HECHOS

A finales de 1166 en uno de los múltiples intentos por reconquistar el suelo patrio, el Rey Leones Fernando II, bajó a la Extremadura de su reino, entonces establecida en tierras salmantinas, y desde Ciudad Rodrigo se adentra el monarca en la sierra de Gata por el puerto del Perosin, apoderándose de cuantos enclaves o plazas fuertes encontraba a su paso, dejándola limpia de enemigos y eliminando obstáculos hacia su principal objetivo, la conquista de Alcántara, cosa que logra en 1167 sin demasiada resistencia, en dicha conquista participa activamente Armengol, conde de Urgel y varios caballeros catalanes, el Rey agradeció los servicios del conde donándole Alcántara y nombrándolo su Mayordomo.

Años más tarde en 1171 el Monarca Leonés en señal de agradecimiento por los servicios prestados le da los castillos de Almenarella y Santa Cruz, que estaban en el Reino de León, más un amplísimo territorio, a esta donación se la conoce como DONACIÓN DE ALMENARELLA, fortaleza ubicada en la sierra de Gata, próxima a la actual villa de Gata.

DONACIÓN DE ALMENARELLA

Traducida por Minera

En el nombre de Dios Nuestro Jesucristo, amén. De los católicos es el reino, por cuanto consideran a sus fieles vasallos por el buen servicio, concedo y recomiendo, se tenga por escrito perpetuo.

Consecuentemente por todo ello, Yo Señor Rey Fernando junto con mi hijo el Rey Señor Alfonso, deseando seguir las huellas que estos hicieron, hago carta de donación a usted vasallo mío y amigo fidelísimo Armengol de Urgel, compañero, varón nobilísimo vigente a perpetuidad para usted y para todo hombre cualquiera que por usted sea acordado. Tenga siempre y posea de pleno derecho de herencia y cuidado los castillos de Almenarella y Santa Cruz con todos estos términos que en esta carta se nombran.

Véase: Por el camino de la Dalmacia, según viene el término y lleva al Árrago y sube por el Árrago arriba hasta que pasa por el camino de Gomar y pasa igualmente el Árrago por el camino hacia los Villares de la izquierda y desde allí por la Atalaya dejándola a la izquierda y por el mismo, recto hacia el Guijo y de la misma forma va del Guijo y lleva a la Atalaya de Lazambujo desde donde se ven Acuzuola y Rinconada y delimita Pozuola con la misma Rinconada y desde aquí por delante por el Viso hasta que cae Santa Cruz al Alagón.

Y todo esto doy y concedo a usted compañero de Urgel y que usted mandará por siempre como se dice anteriormente, con sus restantes límites y pertenencias. O sea, conforme bajan las aguas de las sierras y vuelven hacia la Dalmacia, con los prados, pastos y ríos; con los montes, fuentes y tierras cultivadas y no cultivadas; con los árboles por todos sus términos novísimos y antiguos, donde quiera que usted y vuestra voz por siempre, se puedan hallar.

El resto sepan todos a los que esta carta llegase que cómo usted compañero de Urgel y Michel Sesmiti, entre vosotros mismos diseñasteis y os pusisteis de acuerdo para colocar vuestros mojones entre Santa Cruz y Palomero.
Así lo concedo, y pongo la firma inquebrantable, en vuestra carta.

Salmantica IIII Calendas Mati Era MCCIX, 1171 Año del Señor.

SITUACIÓN DEMOGRÁFICA

En la donación se encontraba el termino de El Campo y otros muchos pueblos que surgieron años más tarde, muchas son las opiniones vertidas sobre esta donación, en cuanto a si se dona poblada o despoblada, es cierto que en la carta se mencionan prados, ríos, montes, árboles, tierras cultivadas o no cultivadas y que los villares los deja fuera a la izquierda de la donación, pero no es menos cierto que menciona topónimos que poco o mucho estaban ocupados, amen de los castillos donados, aparece la Atalaya de Pelayo Vellido (Lazambujo, conocida como Atalaya o Castillo de la Atalaya, entre Montehermoso y El Rincón) que sólo unos años más tarde albergaría a Alfonso IX de León y a Berenguela tras ser excomulgados por matrimonio ilícito y que pudo tener encomienda propia según los expertos,
Acuzuola, mencionada como Cozuela (desembocadura del Arroyo Grande entre Puebla de Argeme y El Batan) en el libro de monterías, habitada desde los tiempos de los Vettones, cuyos verracos dan fe de ello en el Museo de Cárcel Real en Coria.

Rinconada, (lindante con Cozuela en el libro de monterías y visibles ambas desde la Atalaya de Pelayo Vellido) hasta su despoblamiento, Rinconada formó parte de la encomienda del señorío de Galisteo. En las relaciones topográficas de Felipe II, Montehermoso declara que a media legua en la ribera del Alagón, estuvo un pueblo llamado la Rinconada, donde habitaban gente noble y caballeros con caballos blancos que algunos designan como templarios, sin que haya señales de edificios, ni por qué se destruyó. Al menos hasta 1716 en la Iglesia de Valdeobispo permaneció una imagen de Nuestra Señora de la Rinconada, dicha imagen perteneció a un lugar llamado así y al ser despoblado su Iglesia se agregó a la de Valdeobispo.

Puzuola, lindante con la Rinconada y que se corresponde con el término y lugar de Pozuelo de Zarzón.

Más las iglesias mencionadas un puñado de años más tarde en la Bula a la Iglesia de Coria de Urbano III y confirmada por Lucio III, un la que se citan lugares con Iglesia dentro de la demarcación de esta donación, cabe pensar que en tan corto espacio de tiempo y con el abandono por cambios de manos que sufría la zona, no se montan tales parroquias, sino que ya estaban allí, (muchos de los casos, en que han aparecido imágenes enterradas, y mucho más en la zona de la sierra, pudieran deberse a estos cambios de moradores dominantes) además de las ya mencionadas Atalaya de Pelayo Vellido y Rinconada, la bula cita al pueblo de Santa Cruz, con todas sus posesiones e Iglesias. La aldea de Trasgas, (junta de los ríos, antiguo Laconimurgo) su Iglesia Santa María y el hospital vecino. La Iglesia de Santa Maria del Árrago (de ubicación desconocida dentro del valle del mismo nombre).
Castillos como Xerit, desde donde varios Reyes ultimaron la conquista de Coria. Mascoras con la antiquísima leyenda de la condesa Teodosinda. Pueblos como Puñosa, Cadalso o Puñoenrostro que en épocas cercanas son permutados, con todo lo expuesto quién puede hablar de despoblado.

Los devaneos, ires y venires de las tropas invasoras de ambos bandos hicieron de la comarca una zona no consolidada, los pequeños núcleos de población, especialmente ganaderos han de adaptarse a unas circunstancias que no fomentan el desarrollo.

La donación en sí tuvo escasa repercusión comarcal, excepto que es la primera vez que aparece documentalmente bien descrita. Tal y como venia sucediendo en épocas menos documentadas el territorio se perdió ante el empuje de los Almohades, las grandes conquistas de Fernando II en la zona se evaporaron y la media luna volvió a ondear en los moriscos torreones.


DESCRIPCIÓN E ITINERARIO DE LA DONACIÓN

La donación arranca en un punto no determinado de la Vía Dalmacia (Camino de Almazayde) aproximadamente actual carretera de Coria a Moraleja, o bien que dicha vía pasara por Calzadilla en dirección a Huelaga, en ambos casos se deja terreno a Coria que no entraba en la donación por pertenecer a la silla episcopal, llega al Árrago y lo pasa para dejar claro que posee ambos márgenes del valle, sube por el Árrago y lo vuelve a cruzar por el camino de Gomar (próximo a Descargamaria dirigiéndose a los villares de la Izquierda, con los escasos datos que se dan, interpretar estos villares no resulta fácil, la primera posibilidad pasa por que se refiera a Puñosa y Puñoenrostro y la siguiente atalaya mencionada fuera Torrecilla, o bien que siguiera por la cara norte de la Sierra de Dios Padre hasta el

Guijo, en este caso los villares estarían a la altura de Palomero y la atalaya el castillo del mismo nombre, situado en la cima de la sierra de Santa Bárbara, esta falta de datos entre la margen izquierda del Árrago y la derecha del Alagón puede deberse a que los mojones habían sido pactados de antemano entre Michel Sesmiti y el conde de Urgel) dejando la atalaya a la izquierda para seguir recto al Guijo, a partir del Guijo (no ha de ser necesariamente una población, en aquella época sería un guijarral, más tarde Guijo de Granadilla) continua por la margen derecha del Alagón hasta la Atalaya de Pelayo Vellido (Lazambujo) desde donde se divisa Cozuela (Acuzuola) situada en la vega del Alagón, hoy de reducido tamaño , pero debió ser muy grande para delimitar con Rinconada, también visible desde la Atalaya y ubicada en un punto no determinado entre Montehermoso y la propia Atalaya, aquí se da el mismo caso que en Cozuela, la Rinconada debió ser muy grande para lindar con Cozuela y Pozuelo (Pozuola) que en posteriores donaciones aparece en parecidas posiciones, (visto desde hoy puede parecer excesivo enlazar Cozuela, Rinconada y Pozuelo, Cozuela y Rinconada permanecieron unidas siglos más tarde, en el libro de monterías, el monte de la Rinconada tenia dos armadas, una contra Guijo de Galisteo y otra contra Cozuela en el camino que va de la Rinconada para Cozuela, misma ubicación con Guijo de Galisteo en medio que debió fundarse en ese intervalo de tiempo,) y desde este punto se alcanza el viso de Santa Cruz donde caen las aguas al Alagón.
Emilio Moreno

Agradecimientos a Minera por la magnifica traducción y a J. L. L. Tato, Camelia, M. A. Morcillo y J.G. N por las ilustrativas fotos