viernes, 26 de junio de 2009

LAS LLAVES DEL CAMPANARIO

Dedicado a mi padre, Ulpiano Moreno, que el día 27 de junio de 2009, cumple 93 años.

Bajo tan pretencioso título, tengo el privilegio de escribir aquí aprovechando la relación familiar que me une al autor del blog, quiero rendir un modesto homenaje a esas gentes sencillas del pueblo llano, a esos que tanto saben (sabían) acerca de aquélla gramática parda que ya he citado en otro apartado del blog, esa que no se estudia que tantas veces y con tanto acierto aplicaron nuestros progenitores y/o antepasados, personajes casi anónimos, que en su vida adquirieron escasas relevancia y pública notoriedad (apreciación subjetiva y por tanto discutible) y porque así es la vida, a algunos de ellos, familia aparte, ya casi nadie recuerda, al final del texto se citan a unos cuantos, todos ellos fallecidos, se citan por el nombre que yo recuerdo, pido disculpas a los familiares si, debido a mi torpeza, escribo alguna inconveniencia.

Es título pretencioso, porque como es sabido, el campanario de la iglesia de nuestro Villa del Campo, no tiene (tenía) mas que una única llave.


En consonancia con la sabiduría popular y muestra de esa intuición que encarnan/encarnaron como nadie nuestros mayores, quiero traer aquí una anécdota que ocurrió allá por 1965, cuando el que esto escribe aún no había cumplido los 8 años de edad, me faltaban algunos meses. El párroco de la época era nuestro D. Felicísimo Montero quien, entre otras cosas que al caso no vienen, era hombre perspicaz donde los hubiera, de monaguillo tenía a Julián Plaza, “Julián Carrán” que para el caso que nos ocupa, empezaba a estar crecidito y ya habría dado lo suyo. A todo esto, D. Felicísimo estima que ha llegado el momento de reemplazar al monaguillo, se dirige al maestro, nuestro querido D. Pedro Santos y le encarga que busque relevo para sustituir a Julián, sería el mes de marzo/abril aproximadamente, el maestro se pone en marcha y realiza lo que hoy día llamaríamos una “oferta pública de empleo”, lo que ocurre es que el empleo no tenía remuneración económica y de concurrencia pública, como mas adelante se comprobará, pues tampoco.

Realizado el casting resultan elegidos cuatro o cinco chicos, Agustín Gordo, Fernando el de D. Casto, José Pedro Torres, el que suscribe, un servidor de Vds. Antonio Moreno y puede que algún otro, la verdad es que no recuerdo haber dado paso al frente alguno, pero allí que estaba entre los elegidos. Realizamos un corto aprendizaje, tampoco hacía falta mucho, me acuerdo bien porque todavía se oficiaba la misa en latín de espaldas a los feligreses, de la misa en latín lo primero que aprendí fue el “ite misa est” que se decía al final, que equivale al “podéis ir en paz” de la actualidad, 1965 fue el año en que se empezó a oficiar en castellano y de cara a los fieles, pongamos que el cambio de rito se realizó hacia mediados de año. Finalizado el aprendizaje, llega el día del cese oficial del monaguillo titular (esto sería finales de abril/mayo aprox., yo celebré mi primera comunión el día de la Ascensión, el 27 de mayo de ese año y por razones obvias, ese día no ayudé al sacerdote a decir la misa) y en la nueva situación lo primero que se plantea, ya que somos cuatro o cinco (puede que en ese momento alguno menos), es quién va a custodiar la llave del campanario, misión habitualmente encomendada a los monaguillos.

Todavía no sé bien porqué ni cómo, pero se llegó a la conclusión que el primero que custodiaría la famosa llave sería yo mismo, así que adoptada la decisión, me encamino a mi casa, con el pedazo llave en el bolsillo y al verme mi padre, que ya estaba con la mosca tras la oreja, me pide explicaciones, porque se temía lo peor, por mi parte no acierto a decir nada convincente y entonces con su sabiduría mi padre sentencia : una vez te hayas hecho cargo de la llave, luego no vas a poder desprenderte de ella y aquí se va a quedar, yo le dije que no, que sería entre todos, pero…….

Los presagios se cumplieron al pie de la letra, la llave allí se quedó para siempre, en el patio de casa, colgada de un clavo en un poste de madera que sujetaba una viga, sospecho que la famosa llave bien conocía el patio de casa, no en vano mi hermano Emilio años atrás también había sido monaguillo, mientras tanto, los otros colegas poco a poco, pero sin tardar demasiado, se fueron dando de baja y solito me quedé.

A modo de resumen, cada personaje interpretó su papel a la perfección, unos serían conscientes del alcance real de lo que estaba pasando y otros no, desde luego entre todos me hicieron una maniobra como se dice en argot militar “de entretenimiento o de distracción”, a mí me la dieron, porque ni me enteré, pero no a mi padre que en todo momento estuvo al cabo de la calle, desde el primer momento tuvo ese punto de intuición que le hacía ir dos pasos por delante de la situación, los compañeros me arroparon mientras fue preciso, como hacen los cabestros de Florito en Las Ventas al toro que devuelven a los corrales, de todo esto extraemos al menos dos conclusiones y una moraleja :
1. D. Felicísimo tenía al monaguillo que quería, que era yo mismo.
2. Y mi padre, mi padre a pesar de las advertencias y de tener más razón que un santo………………………...sin proponérselo se encontró con otro monaguillo en casa.
3. Moraleja : ¡Que cada uno saque su propia moraleja!.

Así pasaron dos años maravillosos, dominaba la situación desde esa azotea que es el altar mayor de la iglesia parroquial, sintiéndome importante, desde el campanario era yo quien convocaba a todo el pueblo para las grandes ocasiones, los domingos y festivos dos toques de campanas y siempre dos de esquilón, la tarde anterior a los días muy señalados toque de vísperas; los domingos, poco antes de que en el reloj del ayuntamiento dieran las siete de la mañana, D. Felicísimo que pasaba andando por la puerta de casa, hacía sonar el manojo de llaves de la iglesia, ese era mi mejor despertador, era la hora de la misa primera y había que levantarse para subir al campanario a tocar las campanas, luego a las 10 misa mayor y así fue pasando el tiempo, hasta que, por motivos de un viaje a casa de unos familiares en Vizcaya, en Julio de 1967 le pasé el testigo a mi pariente Pedro Vicente Moreno, pero eso forma parte de otra historia que aquí podría contarse, o no.

Para terminar como ampliación a cuanto se ha dicho, vaya este modesto homenaje para todas esas personas casi anónimas que encarnan/encarnaron la sabiduría popular, no es posible nombrarlos a todos, son muchísimos más, a continuación, EN REPRESENTACIÓN de todos ellos, cito a algunos de los que yo conocí al tiempo de la historia que aquí se cuenta, unos están por razones familiares, otros de amistad y la mayoría por razones de proximidad física, sería imposible traerlos a todos, eran personas entrañables a los que recuerdo de mi niñez con cariño y nostalgia, como ya he manifestado no están todos los que fueron, pero los que están sin duda lo son/han sido : Tío Juan Macareno, Tío Hilario, su hijo Julián “el retratista” (lo de fotógrafo suena a más moderno), Tío Juan Campanilla, Tío Elías Martín (padre de Leonarda y del difunto Elías), Tío Donato Zajarrón, Tío Paco Bonilla, Tío Prudencio Cantaor, Tío Macario (vaya huerto el suyo, qué nogales), Tío Arturo “Moreno”, Tío Eusebio El Turro, Tío Felipe Morcillo, Tío Esteban Corchero (este fue alcalde y alguna notoriedad debió tener), capítulo aparte merece La Sección Femenina (que también tiene derecho a estar aquí) y por último dos más, éstos por razones muy, muy diferentes, desconozco si en su vida estuvieron adornados por la virtud de la sabiduría o no, realmente me da igual, vaya también mi homenaje por Pedro “Mazaroco” (que murió en Suiza, hasta donde yo sé, en circunstancias poco o nada esclarecidas) y por Felipe El Rojo (porque no hay derecho a lo que unos de Pozuelo - aquél día “valientes” y desalmados - le hicieron, la dignidad de TODAS las personas es algo que SIEMPRE hay que respetar).

Ulpiano, “VIEJO” (tú ya sabes porqué te digo esto), espero que te guste esta manera cuasi PÚBLICA de “darte los años”, utilizando una antigua fórmula, en Villa del Campo al hecho de felicitar por el cumpleaños siempre se le llamaba dar los años, recibe un fuerte abrazo y un deseo :

¡¡¡¡¡¡Que cumplas muchos mas!!!!!.

ANTONIO MORENO CORRALES.



DAR LOS AÑOS


Curiosa forma de felicitación, dar los años. Según el R.A.E. Dar, es entregar, poner en manos de otro a alguien o algo, pues entre otras cosas, es lo que vamos a hacer, prepara la talega, el zurrón, la alforja o el serón, porque es una autentica “jarta”, hoy estamos de cumpleaños y a la manera de Villa del Campo, te vamos a entregar algo así como 93 años.

FELICIDADES
Emilio.

martes, 23 de junio de 2009

EL “ZAJUMO” EN LA NOCHE DE SAN JUAN

La Noche
Desde los tiempos más remotos viene celebrándose el solsticio de verano, como triunfo de la luz sobre la oscuridad, en el instante en que el sol se halla en su máximo esplendor.
Cuenta la tradición que el hombre primitivo observaba que a partir del solsticio de verano el día menguaba, por lo que hacia necesario vigorizarlo, simbólicamente encendían hogueras, pretendiendo apoyarle para que no decayera.
Partiendo de estas remotas creencias, el ser humano ha seguido haciendo todo tipo de rituales durante esa noche.
La mitología griega, llamaba a los solsticios “Puertas”, la de verano la consideraban de los hombres y la de invierno de los Dioses, por ellas dicen que corría un flujo energético, aprovechado por los magos para sus fines.

El Fuego
El fuego es el mejor hallazgo del hombre, gracias a él, pudo prevenir epidemias, calentarse, iluminarse, construir útiles y mejorar su alimentación, se le atribuían los mismos poderes mágicos del sol, pues creían que era parte de él.
Su poder anti-infecioso hacían de él un elemento indispensable, regenerador y liberador, se apelaba a él con el fin de librarse de males, al mal se le asocia con la oscuridad y al bien con la luz, de ahí que desde siempre el fuego ha sido objeto de adoración.



Las Hogueras
El rito de las hogueras proviene de las ya mencionadas para ayudar a que no decayera la fuerza del sol, más tarde fueron derivando hacia hogueras purificadoras que aniquilaban lo dañino y perjudicial, y unido a las plantas aromáticas que quemaban, desinfectaban los hogares y ahuyentaban los malos espíritus.
Los Celtas celebraban una fiesta que llamaban “Fuego del Bel” o Bello Fuego, encendían hogueras y las saltaban con una pértiga, luego los Druidas, hacían pasar el ganado por delante del fuego para purificarlos y curarlos de males, las cenizas se utilizaban para fertilizar los campos y pasando estas por la parte enferma curaba sarpullidos, callos, grietas y demás enfermedades cutáneas.

El Agua

El agua es otro de los grandes símbolos de la noche de San Juan, en el culto al agua, el ritual se asocia con la purificación exterior e interior del hombre, las creencias de sus virtudes son muy antiguas, durante esa noche lo más característico es bañarse en el mar, lavarse, revolcarse o pisar descalzo el roció del amanecer, para asegurarse la salud de todo el año, se tiene la creencia de que al menos hasta el amanecer esas aguas tienen poderes y curan enfermedades cutáneas, tanto en personas como en animales, también solían rociar con ella los rincones de las casas, por ello las recogían y las guardaban como un bien preciado.

Otra parte del ritual son las plantas, que en esa noche se creen milagrosas, o con poderes curativos las más conocidas son el trébol y la verbena, planta que da nombre en muchos lugares a la celebración, y posteriormente, nombre genérico a las fiestas veraniegas.

Saltar, bailar o pasar por delante del fuego, son costumbres muy arraigadas, bailando se daban gracias por las cosechas y por disponer de más horas de luz, al saltar se quemaban los malos recuerdos.
Ovidio relata en los fastos “encended los fuegos, haced pasar vuestros miembros generosos a través del fuego crepitante”.
Según antiguas creencias se afirmaba que saltando por encima de las hogueras y aspirando su humo, se podía conseguir la curación de maleficios, protección de animales dañinos, incluso la garantía de matrimonio.

Salto por encima
del fuego de San Juan,
para que no me muerda
ni perro ni culebra.


Si cortas la verbena
de la noche de San Juan,
te librara de culebras
y de todo mal.


Cristianización

Lo que comenzó como un rito, con claras raíces paganas, fue tomando forma religiosa y cultural, en el solsticio de verano tenían lugar las mayores celebraciones regeneradoras y la cultura cristiana, colocó en esas fechas a San Juan Bautista, regenerador donde los haya.
El Evangelio de Lucas, narra que en los días siguientes a la anunciación, (25 de Marzo) Maria fue a visitar a Isabel, su prima, y especifica que esta se hallaba en el sexto mes de embarazo, por tanto no resulta difícil hallar la fecha aproximada del nacimiento del Bautista, San Juan es el único Santo que se celebra en el día de su nacimiento y no en el de su muerte, como es tradicional, por tanto hay un motivo por el cual la Iglesia pudo utilizar esa fecha, copando de este modo los solsticios, el de invierno con la Navidad y el de verano con el Bautista.
San Agustín, gran maestro de la Iglesia, justifica la conmemoración del nacimiento por que fue santificado en el vientre de su madre y fue digno motivo de alegría para la humanidad, tener entre ella al que anunciaría la proximidad de la redención.

Expuestas las características genéricas y ancestrales, si la celebración es o no, heredera de rituales, prácticas o costumbres, es algo que cada uno ha de valorar desde sus propias creencias o experiencias.

V I L L A D E L C A M P O

En lo que a Villa del Campo se refiere, las costumbres que llegaron a nosotros, tienen un marcado acento religioso, con algunas connotaciones clásicas de las tradiciones adoptadas por la iglesia, debido quizás a que la fundación de esta, como la mayoría de las poblaciones cercanas, es al menos seis siglos más tarde, de que el cristianismo adoptase la tradición pagana, y por ello no se queman enseres viejos que simbolicen deshacerse de lo pecaminoso si no de hogueras hechas con aromáticas plantas purificadoras: Tomillo, romero, brezo, retama … específicas de nuestro término (Media montaña) que sirvieron de alfombra en las calles por donde pasaba la procesión, e impregnaron de aromas silvestres el caluroso Corpus que relucía más que el sol.
Se abrían de par en par las puertas, procurando que el humo entrase en las casas, así se reforzaba aún más esa energía espiritual que impedía la entrada hasta el próximo año, de los malos espíritus representados por la culebra, “Pa que no entre la culebra en to el año”.
Cuando la hoguera decaía, se solía coger los tizones humeantes, bien en una lata o brasero y con ellos se zahumaban todas las dependencias de la casa.
También era frecuente, durante el amanecer, recoger ciertas plantas, que al ser tomadas como infusión, sanaban dolores estomácales.
Y algo tan sumamente curioso, como insólito, consistía en sacar un cubo de agua de un pozo, romper y verter en él, un huevo y este tomaba en el agua, la figura del Santo que se deseara, todo ello había que realizarlo mientras sonaban las doce campanadas, posteriormente la figura se descomponía.

Pero quizás, lo más ancestral y a su vez Céltico, sea esa costumbre infantil y juvenil de, en frenética carrera, recorrer las calles del pueblo, saltando las hogueras dejando atrás lo pasado y enfrentándose al futuro, representado en la siguiente hoguera.


ZAJUMU
"Ritu tradicional religiosu "

Saca el tomillu Gertrudis
qu'el zajumu ya'mpieza,
ya'stán la genti en las callis
encendiendu las hogueras.

Ya se ven las jumareras
saliendu pol tóas partis,
de los álamus a las viñas,
d'elaltu a los cortinalis.

Dati príesa mujel, no tardis,
ya s'oyi l'algarabía
que forman los zagalis.

Echalus tós de gorpi
paqu'al ardel se jaga
una lumbri más que grandi,
p'aque salga muchu jumu,
que p'auyental el mal
la casa tíe qu'ajumalsi,
p'aque salgan las llamas
porencima de las de'lalcaldi,
que se noti qu'en esta casa
lo jacemus tó a lo grandi
y se chamu'squin una miaja
los muchachus cuandu saltin.

Es la nochi de San Juan
y na pué pasali.

Míales ya vienin corriendu
saltandu tó lo qu'ardi.
¡ Atízala p’aque no s’apagui!

Qué contentus se van a ponel
cuandu la vean tan grandi.
Ya s'acerca la caterva,
se detienin.....la rodean,
a saltal no s'atrevin.

- ¡ Que no se diga!
Echal carrerilla
y jala p'alanti,
qu'el tomillu esta bendecíu,
sirvió d'alfombra
en la procesión del Corpus.

Es la nochi de San Juan
y na sos pué pasal.

El rubiu qu'es mú espigáu
y mú echáu p'alanti,
al gritu de gallina quien no salti
d'una zanca l'asaltáu
sin apenas chamuscalsi,
los demás le van siguiendu
dend'el más chicu al más grandi,
enfilandu van la calli abaju
saltandu las lumbris a paris.

Es la nochi de San Juan
y na les pué pasal.

domingo, 14 de junio de 2009

LAS ESCUELAS Y EL DEPORTE EN VILLA DEL CAMPO

Una de las mejoras sustanciales que acaecieron en Villa del Campo y que a la larga supuso la inversión más rentable que jamás se pudo soñar, fue la construcción de las escuelas y las casas de los maestros, en cierto modo, esto propició el lento pero decidido ensanche de la villa hacia el suroeste, aunque no es el urbanismo quien me trae, gratos recuerdos, sino las escuelas.
Nos hallábamos al final de los 50, el lugar escogido para las mismas, además de necesario, fue beneficioso y fructífero, tanto para los niños como para el pueblo en sí, ya que produjo un inesperado efecto, cultural deportivo, que años más tarde daría grandes frutos.

Una vez salvados los escollos del barro y cruzado las inevitables zanjas o regatos, la ubicación de las escuelas era excelente, un amplio espacio se extendía a sus pies, como enorme patio de recreo, útil para todo tipo de juegos.
Hasta entonces las escuelas, estaban en antiguas dependencias municipales, o casas particulares situadas en el centro del pueblo, sin un espacio apropiado para el recreo, y el recreo era y es, uno de los grandes momentos, por no decir el mejor, dentro del horario escolar, en el se aprende a convivir y compartir con los demás, de manera natural.

Unánimemente, para nosotros el recreo, siempre y cuando alguien llevase una pelota, y esta mejor o peor, no solía faltar, después de reponer fuerzas en la mañana con la espumosa leche en polvo Americana, y por la tarde el queso amarillo, tocaba jugar al balón, (el fútbol llegaría más tarde) jugábamos sin apenas reglas, todos corríamos de tras del balón, no valía el gol de portería a portería, (se solía decir, que de portería a portería es una guarrería,) tocarla con la mano o que saliera fuera, en ambos casos se solía aplicar el juego “seguio”, una especie de ley de la ventaja, antes de empezar el partido se realizaba toda una ceremonia o ritual, (echar pie) consistía en avanzar desde una distancia, (al revés que en los duelos) colocando el talón de un pie en la puntera del otro, el que al juntarse, montaba su pie sobre el contrario, escogía primero, esto tenia mucha importancia, a pesar de que era un método bastante equilibrado, como es lógico, se comenzaba escogiendo a los mejores, aquellos que jugaban bien o era muy difícil quitarle la pelota, al no haber reglas, tampoco existían tácticas, el que cogia la pelota, se iba hasta la portería o hasta que se la quitaban, los había que se daban una “templa” de jugar y otros ni la tocábamos, la época que yo recuerdo, siempre se comenzaba escogiendo a Rafa el Púa, un portentoso jugador con velocidad, fuerza y dominio, el equipo contrario, solía escoger a Alfonso el pollo, Jesús capote, de buena técnica, (se solía denominar Luís Suárez) a Juan Manuel, antes de irse al seminario, o bien a Pedro el de tía Rufina, y así sucesivamente hasta llegar al último, cuando la selección llegaba al medio, ya no influía mucho la calidad, más bien el amiguismo, o tener en tu equipo a aquellos que solían dar más patadas, de este modo te librabas que te las dieran a ti. Otro factor importante, era el de los porteros, los había muy buenos que luego no llegaron a jugar nunca o casi nunca, como Jesús Alcalá (zajarron) Felipe el de tía Jacinta, otro muy bueno, era Primitivo Alcón (el primi, que en paz descanse) y una mención especial por sus condiciones físicas, a un apasionado jugador, Martín Bonifacio (El Cojo) que bien defendía la pelota con aquella rudimentaria e incomoda muleta, hecha con un trozo de palo de higuera, (que descanse en paz).


Los partidos eran intensísimos, los maestros se las veían y se las deseaban para poder meternos dentro, esto se repetía a diario de manera colectiva, mañana y tarde antes de entrar a la escuela, los juegos por la tarde, ya fuera de esta, solían ser más variados y practicados básicamente cada cual en su zona, o los de una contra otra, el fútbol practicado en las calles tenia su encanto y sus riesgos, pero no lo acaparemos todo, los juegos y el fútbol callejero, merecen un comentario cada uno de ellos, esperemos que alguien se anime a ello.

La llegada de los seminaristas y demás estudiantes, durante las distintas vacaciones, eran muy esperadas, ellos jugaban mejor y tenían más conocimientos, y nos sentíamos más arropados, organizaban partidos después de misa más en serio, intentando introducir las reglas, recuerdo a Juan Manuel diciéndome, no vale, eso es orsay, yo en mi vida había oído tal palabro, los demás tampoco, y no comprendíamos a que se refería.Un verano allá por el año ¿ - ¿ al final de La Semana Universitaria, se disputó uno de los primeros partidos oficiales de Villa del Campo, o al menos, en una faceta más participativa, (hasta entonces solían jugar los estudiantes, que eran quienes por motivos obvios tenían más conocimientos y practica). Se trataba de la final de unos juegos que con motivo de dicha semana, se habían celebrado en la zona, el Campo entró en la final por ser el organizador, aunque tampoco habría para formar muchos equipos en aquella época, dicho partido fue contra Calzadilla, y se utilizó la explanada que había por debajo de la laguna de arriba, terreno no muy liso, pero más recogido que las eras, Pablo Lajas comenzó su gran labor formando un formidable equipo con ciertas ayuditas o incorporaciones foráneas, también Calzadilla traía ayuda foránea, al menos dos jugadores veteranos y bien conocidos por Pedro Corchero, naturales de Coria, un tal Julián Ortiz, ex seminarista que jugaba de maravilla y Juan García, sacerdote por aquel entonces, el partido se ganó tras una dura y brava pugna con tan nobles rivales.
De ello da testimonio la fotografía, que detalla los participantes con el trofeo conseguido, todos ellos apadrinados por una bella y jovencísima miss, (vecina mía por más señas) el Gato aparece con traje regional porque además del partido participó en el concurso de jotas que también ganó, junto a su prima Martina, y al lado de nuestra guapa miss, con gafas oscuras, se coló un universitario, que es de suponer, que no está ligando, sino que formará parte de la organización de los eventos.
En el equipo, aparecen los primeros síntomas de que algo está cambiando, ya no son sólo los seminaristas y estudiantes los que compiten, junto a ellos hay dos grandes jugadores que no han salido a estudiar, un jovencísimo Pedro Botejara y el incombustible José el Gato, es innegable que antes hubo otros equipos, solían formarlos los Castillos, los Domínguez, los hijos de doña Emilia, los Corheros, Elías, Pedro Marín, Juanito, Chemari, Juan José, etc. etc.
Todos estudiantes, que no aprendieron en el pueblo, sino en donde cursaban sus estudios, de algo nos tendría que servir la gran cantera de gente que se dedicó a ampliar conocimientos y que como vemos sobraban para formar un equipo. Señoritos los llamaban, aunque muchos estaban estudiando gracias al tremendo esfuerzo que hacían sus padres y que en época de vacaciones tenían que arrimar el hombro como cualquier otro, ellos fueron muy importantes y aportaron mucho, pero el pueblo al igual que todos los de su alrededor carecía de base, esta vino, con la incorporación de la gente que nunca había salido del pueblo, y sin la creación de las escuelas no habría sido posible, y así poco a poco se va consolidando la hegemonía del Campo sobre los demás pueblos. También en otros pueblos cercanos se construyeron nuevas escuelas en la misma época, pero al ser ubicadas junto a carreteras y sin espacios llanos y amplios a su alrededor no surtieron el mismo efecto.


Aquellos primeros escolares que ocupamos el espacio entre las escuelas y la fabrica, dejamos paso a otra nueva generación que apretaba con fuerza, y pasamos a ocupar este otro del pozo y la laguna, se habían sentado las bases, la materia prima había crecido, la semilla estaba a punto de germinar. La culpa de todo lo que vino después, la tuvo Pablo Lajas, sin su desinteresada dedicación, dirección y coordinación, nunca se habría llegado a cotas tan altas, no sólo me refiero a éxitos deportivos, que estos al fin y al cabo podrían quedar en segundo lugar, si no también al goce y sano disfrute, a la comunión entre el jugador y el espectador, a esa alegría colectiva que producían los partidos.
Pablo consiguió Porterías con redes, (son iguales que las del Bernabeu, decían quienes habían estado en el campo del Madrid) balones y dos equipaciones completas incluidas botas, una con los colores del Cacereño y la otra con los de la Selección Nacional. Esto anima más si cabe, a la buena práctica del deporte.
Al atardecer se montaban partidos a los cuales, cada uno se sumaba al terminar las faenas del campo, ya que para esto no había cansancio.
Y entre partido y partido llegamos al plan Marshall Deportivo,
"Los detalles que siguieron, y que llevaron al mismísimo Juan Antonio Samaranch, al pueblo, así como lo que posteriormente aconteció, se hallan en fase de construcción, a medida que la información vaya llegando, se dará a conocer, debemos esperar, a que quienes nos cuentan con detalles lo acontecido, encuentren un hueco en sus quehaceres cotidianos, para seguir con el relato, al final del álbum fotográfico, puede leerse el comienzo de lo acontecido. "


No tardaron en aparecer por el cruce maquinaria y obreros, que como ya se ha dicho al mejor estilo plan Marshall, convirtieron el paraje conocido como Portugalete, en un coqueto parque y en las únicas instalaciones deportivas de la comarca, pasando la zona a denominarse El Parque.
Con las instalaciones prometidas por Samaranch, ya terminadas, en grades cestos de mimbre llegó abundante material para practicar casi todo tipo de deporte, en ambas vertientes masculina y femenina, así como sus diferentes categorías.

Acto seguido llegaron los mejores deportistas provinciales, para impartir la II Cátedra Deportiva Provincial, dirigida por Don Jesús Blanco Morales hoy Presidente de la Federación Extremeña de Baloncesto, que se desarrollo del 16 al 31 de Julio de 1969, (la anterior Cátedra se había impartido en San Martín de Trevejo del 1 al 15 del mismo mes,) en ella los profesores enseñaron y crearon equipos de Baloncesto, Balonmano, Voleibol, Fútbol, en sus variantes masculina y femenina (excepto en fútbol) y sus respectivas categorías, todas ellas con el material necesario y equipaciones completas incluido chándales, así como Tenis, incluido dobles, en Atletismo se podía practicar, saltos de Altura y Longitud, 50 y 100 metros lisos, lanzamiento de Disco, Martillo y Jabalina, sobre la jabalina, el bueno de Pedro Corchero, (menos en una ocasión, que más adelante se contara, siempre lo vi de buen humor) contaba una anécdota, y decía que él una vez, lanzó la jabalina tan lejos, tan lejos, que los jueces no la encontraban, al cabo de varios días de búsqueda, la encontraron clavada junto al pozo cimero de los mojones, y lógicamente la caña de Bambú, ya había retoñecido y las mujeres que allí lavaban, habían tendido la ropa en ella.
Dichos cursos fueron asimilados por la infancia y la juventud, y rápidamente aparecieron los resultados: Campeones Provinciales en Baloncesto infantil masculino, y Balonmano infantil femenino, con la consiguiente participación interprovincial en Madrid y Córdoba respectivamente, así como Campeones comarcales en Balonmano masculino, senior, con rivales de la talla de los colegios mayores de Plasencia, durante estos partidos contra los equipos de Plasencia, allá por el final de los 60, el contorno de la pista de Balonmano se llenaba con creces, dando testimonio del enorme interés que despertaba el deporte en Villa del Campo, y todos orgullosos nos presentamos en Cáceres, algunos establecimientos de la capital tenían grandes carteles que anunciaban el evento, Ciudad deportiva Sanz Catalán, Campeonato Provincial de Balonmano entre Cáceres y Villa del Campo. Poco nos duró la alegría, nos aplastaron, aunque con un arbitraje que favoreció descaradamente al equipo de la capital, "El Guardia de Franco", que así se llamaba , pero aun así solicitaron a algunos de nuestros jugadores que se unieran a ellos para la fase nacional. Y de descomunal puede considerarse la cosecha en Atletismo que en poquísimo tiempo llenaron los amplios estantes y vitrinas del teleclub.

El parque pasó a formar parte de la vida cotidiana de la villa, y gran parte de culpa de aquel hábito la tenían los partidos que en él se realizaban, la gente respondía en masa, fueron muchos los gratos momentos que allí pasamos y muchos los jugadores que sobre el campo disfrutamos, así como en los desplazamientos a los diferentes terrenos de juego de la comarca, más incómodos que el nuestro ya que había que cambiarse y dejar la ropa tras una pared, un matorral o un zarzal, y depositar el escaso caudal que portábamos en manos de algún seguidor que no solían faltar, en algunos casos los desplazamientos fueron masivos, se llenaba el camión de Justino el del Pozuelo, recuerdo uno a Santibáñez el Bajo que fue memorable.


Hablar de una alineación, no es posible, esta iba en función de la época y otras muchas circunstancias, tales como noviazgos o las faenas del campo, solían ser impedimentos para la actividad futbolística, aun así algunos de cuando en cuando se escapaban y la practicaban, había unos cuantos jugadores que eran fijos, el resto como ya se ha dicho se formaba según circunstancias, por tanto mencionaré a los que recuerde que pasaron por el equipo en los años que compartí con ellos, comenzaré con letras mayúsculas, por el padre de la criatura, PABLO LAJAS, nuestro maestro, natural de Villanueva de la Sierra, excepcional portero, por su oronda panza cervecera y porque jugaba con gafas de calle, (ninguna de las frases que aquí se viertan deben interpretarse como despectivas, sino cariñosas) Nano, espléndido relevo de Lajas, cómo disfrutaba este hombre con el fútbol, ni con ropa de calle le importaba tirarse al barro, con tal de parar un balón, Eduardo el poleo, genio y figura, (llego a contar con una canción compuesta por José Tobal, que más tarde probo fortuna como cantante en Gente Joven, y que con música de “carrascal, carrascal” coreaban los aficionados mientras jugaba) utilizaba cualquier parte de la pierna para golpear el balón, Pedro Botejara (tía Rufina) jugó poco tiempo pero era muy bueno, Pedro Corchero, el más veterano, jugó al menos con cuatro generaciones, un auténtico prodigio de la naturaleza, con él al lado no tenias problemas, era algo así como un fierabrás pero futbolero, infranqueable, tanto por arriba como por abajo, (nunca entendió que a media liga no le dejaran jugar con los suyos, a pesar de que el reglamento era muy claro en ese aspecto, los Maestros debían jugar donde estaban ejerciendo, y el ejercía en Torrecilla, se pilló un tremendo cabreo y un enorme disgusto,) Terin, estupendo, tener que usar gafas y el noviazgo le impidieron jugar con normalidad, el que les cuenta todo este rollo, es decir, un servidor, no destacaba en nada, no tenia ni condición física ni técnica, (cuarenta años más tarde he descubierto que lo mió son las distancias largas, carreras de 10 Km. o las medias maratones, incluso he prometido intentar terminar una maratón en Madrid, con todo lo que ello implica) tan sólo cierta habilidad para hacer marcajes muy encima, que contrarrestaban la falta de las demás condiciones, lo mejor que oí decir, fue que le había hacho el marcaje más limpio de su vida, esto lo dijo Valentín de Villanueva, que más tarde jugaría en el Plasencia y se casaría con mi buena amiga Margarita, José el Gato, era como la muralla china, impenetrable, atravesaba todo el campo, Toñin el Púa, todo lo hacia bien, recogía los balones de los saques de ambas porterías, que siempre cortaba el Gato y los distribuía de manera perfecta, buenísimas condiciones físicas y técnicas, Juan Manuel, se le veía por todas partes del campo, con el Gato y Toñin deshacían
cualquier intento contrario de pasar de medio campo, en ataque era rompedor y formidable, José Salao, estilo por la banda, Jesús el de tío Macario, limpio y elegante, Camino, buena técnica, (ningún balón logro despeinarlo) Miguel Corchero, bueno en todos los sentidos, un recuerdo especial para Pedro el Estanquero, que en paz descanse, el día que más feliz lo vi, había marcado un gol de espléndido cabezazo, se marchó para casa desde el baile porque le dolía la cabeza y no pudimos volver a verlo más, Enrique el Púa corría bien la banda derecha, José Salazar, este gitano de pura cepa, se apuntaba siempre que podía con toda su recua, dando un toque pintoresco al equipo, Pedrito el de la tahona, muy polivalente, Tivo el de Aurelio, jugó poco pero era bueno y tenia potencia, Ignacio muy luchador y buen remate, Paco Castillo, colosal deportista, practicaba a la perfección todos los deportes, en fútbol sobresalía como portero y delantero, cualquier pared que hicieran con él los demás delanteros, era gol seguro, si encaraba era imparable, poseía un mortífero disparo y un espléndido remate de cabeza, Rafa, una bala de cañón por la banda izquierda, él y la pelota, siempre llegaban hasta el fondo, si lograba centrar tenias medio gol hecho, era algo así como lo que tuvo el Atlético de Madrid, años más tarde en Ayala y que dieron en llamar punta de lanza, pues bien, eso ya lo teníamos diez años antes en Villa del Campo, Carlos Castillo, extraordinario relevo de su tío Paco, buenas condiciones en el salto, hábil con el balón y gran rematador, Pedro Naviera, comenzó jugando muy jovencito, parecía de una fragilidad extrema, que suplía con su habilidad, excelente jugador, quizás el único de los que aprendieron a jugar en el pueblo, que ha jugado en Categoría Nacional, Gonzalo, todo nervio y energía, extraordinario, es de suponer que alguno se haya quedado en el tintero, fruto del olvido, si alguien recuerda alguno más, podemos incluirlo.




Las siguientes generaciones dieron también grandes futbolistas, baste como ejemplo José Pedro, Tomás “Pirri” José Miguel y otros que se quedaron entre dos generaciones como Vicente, pero esto tendrán que contarlo otros, yo ya no estaba allí para narrarlo.


Este relato es tan solo el tronco de un gran árbol que ha crecido básicamente en una dirección, dejando brotes o tallos sobre él, tales brotes o tallos representan los deportes y acontecimientos que de él crecieron y que entiendo deberían ser contados por quienes lo vivieron de manera más cercana, y así poder completar el gran árbol con todo su esplendor y ramaje.




Tras repasar estos años, que abarcan tres lustros llenos de acontecimientos deportivos, las conclusiones a las que puede llegarse, son y han sido siempre las mismas, y son aplicables tanto al deporte como a todas las facetas de la vida, aquel que siembra y con mimo cultiva, tarde o temprano recogerá el fruto de las semillas.



Pero, ¡ojo! no nos descuidemos, como demuestra la fotografía aérea, las escuelas vuelven a estar casi rodeadas y enjauladas como antaño, y dentro de poco quizás lo estén del todo, cierto que ahora para el deporte están las instalaciones deportivas y que para ellas se utilizó parte del suelo patrimonial, (suelo que se vio revalorizado por su masivo uso colectivo,) pero también es cierto que hubo un tiempo, en que el patrimonio llegaba casi hasta el Guijo, se fue cediendo por amiguismos y para solventar malas gestiones administrativas, tan sólo nos queda esa pequeña mancha verde a la izquierda de la fotografía, para futuras operaciones urbanísticas seria conveniente buscar otras vías alternativas, dirigiendo el crecimiento hacia zonas que hoy tienen menos valor social.



Álbum Fotofráfico. Tal como éramos.

























































Ábum Fotográfico. Tal como somos
































































Crónicas de fuentes fidedignas, cuentan que un buen día, Don Casto Martín, Medico rural de esta Villa, en la que también ejercía como alcalde, recibió la llamada de un gran amigo suyo, Leopoldo Gómez González, periodista por más señas, avisándole de que Samaranch, se encontraba de gira por Cáceres y que pararía un par de días allí, algo le rondaba en la cabeza, a este medico que sin quererlo, si vio un día, con el bastón de mando en sus manos, Don Casto y su familia ocupaban, una de las casas de los maestros, como vivienda y otra como consulta, desde las ventanas de ambas viviendas, se alcanzaba con la mano, el terreno de juego antes delimitado, o lo que es lo mismo, desde su sillón veía correr con ímpetu y entusiasmo a la juventud local, también colaboraba en los ejercicios de gimnasia, junto a Pablo Lajas, por tanto era conocedor del embarrado terreno que había que pisar para tales practicas, terminadas las costumbres o rutinas diaria, le espeta a sus compañeros de partida.- A que no sois capaces de acompañarme a Cáceres a ver a Samaranch, para pedirle que nos aporte alguna ayuda.
Los compañeros aceptan el reto expectantes ante semejante arrojo, ya en Cáceres, localizaron a Samaranch dando una conferencia en la casa de los deportes, con el aforo repleto Don Casto se hizo un hueco a empujones en el interior de la sala, cerca del orador, terminada la conferencia, Samaranch dice.- Si alguno de los presentes, desea hacerme alguna pregunta, ahora lo puede hacer con toda libertad.Y acercándose más para poder ser visto, le dice tratándole de tu, como el había pedido que le hablaran.
- Amigo Samaranch, soy un Alcalde que ejerce la profesión de Médico en un pueblo de esta provincia, a setenta kilómetros de la capital, si no me han engañado, vuestra ruta mañana, si dios quiere, la vais a hacer visitando el pantano de Borbollón y después vais a Plasencia, pues bien, en vuestro camino hacia Plasencia es obligado que paséis a cien metros de mi pueblo, en el que los jóvenes juegan al fútbol y otros deportes en condiciones deplorables, pero llenos de tanta ilusión como los deportistas del Real Madrid o del Barcelona. Mi ruego es que te detengas allí unos instantes…..La intervención del Alcalde de Villa del Campo había sorprendido a todos incluso a sus propios acompañantes, la expectación era grande, el propio Gobernador cambio la cara de sorpresa inicial, por una más sonriente al escuchar a Samarnanch decir.
- Mañana si Dios quiere a las once en ponto estaremos en su pueblo.
Dándole las gracias la comitiva local partió con la buena nueva para Villa del Campo, era un veintinueve de Marzo de 196…..

Me puse en contacto con Loli hija de Don Tomás y de inmediato se puso a trabajar, reunió en su casa a un nutrido grupo y allí pasaron la noche haciendo los preparativos para que al día siguiente todo estuviera en orden y poder sorprender a aquel gran hombre que tanto podía hacer por Villa del Campo.
“A quienes en aquella noche trabajasteis bajo la supervisión de Loli, vaya desde aquí el más grande tributo de cariño y admiración que se pueda tener.”Aquella noche se armo la de San Quintín, se percibía un grato olor a gran día de fiesta, y no fallo, se podría asegurar que quedaron en casa los cuatro enfermos que no podían asistir, aquello era una manifestación a lo grande, hombres, mujeres y niños, iban ataviados con sus mejores galas y todos en el lugar de la carretera por donde tenia que pasar Juan Antonio Samaranch y su sequito, se llegaron a contar entre quince y veinte coches y todos a cual más relucientes, aunque hubiera querido pasar de largo no le habrían dejado, la carretera estaba cortada por el gentío, me traslade al pantano por que me pareció obligado acompañarle hasta el pueblo, al llegar al pantano el sequito se sabia mi nombre y me decían ahora vamos a Villa del Campo, me adelante a la caravana para recibirlo y fui el primer sorprendido, al encontrarme con aquella aglomeración, me acerque a su coche y al bajar me saludo con un fuerte abrazo, su sorpresa y alegría se reflejaba en el rostro, así como la de todo el pueblo, comenzaron a producirse vivas sin interrupción, y para colmo los niños y niñas, cantaron una bonita canción, que en la letra incluía el nombre de Samaranch, todo ello organizado por Loli, al sequito se les notaba sonrientes, fuimos hacia el pueblo, Samaranch no contaba con aquello, sus cinco minutos se convirtieron en una hora, dirigió unas palabras a la muchedumbre diciendo “que la satisfacción que había experimentado en este pueblo tendría su recompensa, además de mi cariño, así se lo prometo a vuestro alcalde, a quien desde este momento lo considero como un verdadero amigo.”
Durante este tiempo un hombre de su confianza, Vicente Bosque Hita, me cogio del brazo y me susurraba cosas que me sonaban a gloria, fue un gran día.
Primero se pensó en hacer el campo debajo de la laguna, pero era un terreno algo escaso, en aquellos momentos trabajaba ilusionado y eufórico en pro de Villa del Campo, nada me paraba, había unas excavadoras a unos diez kilómetros de nuestro pueblo, el subsecretario de Agricultura era un hermano del gran Antonio Hernández Gil, le pedí las excavadoras explicándole las razones y dos días más tarde las tenia en el pueblo allanando, que por cierto no se hizo allí, ya que el aparejador considero más conveniente hacerlo donde esta, mucho nos movimos mis amigos y yo, entre ellos
José Mari, (chemari que en paz descanse) comenzamos las obras en el parque de la cruz, con las primeras 200.000 pesetas que nos mandaron de Madrid.
Continuara……………….

miércoles, 10 de junio de 2009

SON UN MILLON

Pulsando sobre el enlace que más abajo se reproduce, se accede a un vídeo con un amplio reportaje del partido Real Madrid - Manchester, jugado el 15 de Mayo de 1968, aunque el vídeo tiene un gran valor, por los míticos protagonistas que lo jugaron, el motivo por el cual aparece, es porque al día siguiente junto a las paginas que informaban del acontecimiento en el diario AS, se publicaron bajo el titulo de son Un Millón, las primeras fotos del equipo de fútbol de Villa del Campo, a todos y cada uno de quienes aparecíamos en las fotos se nos dio un ejemplar, el mió se lo preste a un primo mio y nunca más volví a ver el periódico y por consiguiente la foto, con los medios que hoy disponemos, no es difícil escanear dichas fotos para poder publicarlas y que todos podamos disfrutar de ellas, éramos dos equipos, por tanto se debieron de repartir entre 25 o 30 ejemplares, supongo que no todos harían el primo como yo, alguien tiene que tenerlo.