sábado, 4 de octubre de 2008

JOSEF DE SOTOMAYOR PRIOR DE SANTIBAÑEZ Y RECTOR DEL CAMPO

Un Hombre Bueno, Josef de Sotomayor, Prior de Santibáñez, Rector del Campo.

A finales del siglo XVI o albores del XVII por razones de salubridad se establece en el Campo el Prior de Santibáñez denominándose Prior de Santibáñez y Rector del Campo, continuando aquí hasta la disolución de la orden, desde aquí gobernaban seis capellanías de la encomienda de Santibáñez, estos Priores eran frailes de la orden de Alcántara, los nombraba el Rey a propuesta del Real Consejo de Ordenes, poca huella palpable ha dejado la presencia de estos Priores a lo largo de los casi trescientos años que en esta villa se asentaron, una huerta con el nombre de su rango y un sepulcro en la Iglesia que quizás nunca fuera usado, como ya se ha dicho poca huella dejaron, o al menos que actualmente conozcamos, pero como toda regla tiene su excepción, hasta nuestros días ha llegado el testimonio de uno de estos frailes militares que a falta de extranjeros que expulsar, libró su batalla, en el campo donde esta se daba y ese campo valga la redundancia era precisamente el Campo, el Prior a que me refiero se llamaba Josef de Sotomayor, llegaría a Villa del Campo al final de la octava década de 1700, el día 1 de Marzo de 1791 hallándose en Alcántara, Don Josef Antonio Palacio, le incluye, tanto verbalmente, como por oficio en el Interrogatorio que la Real Audiencia de Extremadura va a realizar, (este Josef Antonio Palacio debería ser el máximo responsable de la provincia de Extremadura, y la inclusión verbal se nota a lo largo y ancho del interrogatorio, pues a veces el Prior se olvida de la institución y se dirige personalmente a dicho señor rogándole tenga a bien de enmendar el termino) y es aquí donde este fraile, sin más armas que papel y pluma, luchara nada menos que contra la corrupción, los abusos, fraudes, vicio y malas costumbres, la analfabetización o la destrucción de la masa forestal, mediante este interrogatorio, denunciara al poder local establecido, mostrándose como hombre valiente, humanista, culto y ecologista, (aunque resulte un tanto extraño, a finales del siglo XVIII había ecologistas en Villa del Campo) apenas si ha comenzado Don Joséf a responder y en la segunda pregunta se topa con la elección de alcaldes. Informa el Prior que para la elección de estos, cada alcalde nombra dos personas de entre los de mejor conducta y cristiandad, el regidor decano otros dos y uno cada uno los otros dos regidores restantes, estos ocho electores se sortean y los cuatro primeros son los encargados de elegir a cuatro personas para alcaldes, de estos cuatro los dos primeros que saca de un cántaro la mano de un niño son los alcaldes de ese año, de igual modo se elige a los regidores, el método es correcto, no así la practica prosigue el Prior, pues los alcaldes y regidores jamás nombran personas desinteresadas, sino a aquellas que están acomodadas a sus ideas e intereses, para que subsistan aquellas y estos al año siguiente, nunca buscan el bien publico sino el suyo en particular, continua que hay un abogado Don Francisco Corchero, un escribano numerario Don Manuel Pérez Roncero, y otro del Real Servicio de Millones, Patricio Arias Camisón, y que en vista de los negocios y quehaceres del vecindario con un solo escribano tendría el pueblo bastante.
Sobre los pleitos que hay en la villa da cuenta de todos y cada uno con sabia narrativa, a pesar de que cuando se produjo el que dio origen a todos los demás, aun faltaban años para que el, tomara posesión de esta villa, el primero data de 1785 y da origen a todos los demás, en el están implicados, el escribano Roncero y el abogado Corchero, que implican a los alcaldes Antonio Gil y Juan Gutiérrez, Roncero que está resentido porque Antonio Gil no le concedió una de sus hijas por esposa, aprovecha que el abogado Francisco Corchero, casado con una hermana de la mujer de Gil, realiza visitas nocturnas a una moza soltera, trama un sucio plan y da alas al suceso para que el alcalde Gil se vea en la necesidad de procesar a su cuñado Corchero, y para darle mayor celeridad implica también al párroco (anterior a este Prior) mediante engaños y dobles intenciones, el proceso tuvo idas y venidas, con sentencias y revoques de estas, causando grandes escándalos y enemistades que provocaron más y más pleitos y propicio la unión de Roncero y Corchero y sus respectivas pandillas que terminaron arrastrando al otro escribano el del Real Servicios de Millones, Patricio Arias Camisón a la causa de los dos primeros, dando lugar al trío que tan nefastas conclusiones tuvo para el pueblo, sembrando pesadumbres y la revolución del pueblo, posteriormente los vecinos de esta villa entablaron demanda contra el escribano Roncero y su cuñado Juan Felipe por haberse apropiado cuando fue alcalde de tierras para unos cercados de forraje del terreno concejil y del ejido, los vecinos reclaman que ellos siendo pobres no tienen una cuartilla de cercado para forraje con que alimentar sus jumentos y caballerías, mientras los demandados, no distante de la población dos tiros de bala tienen fanegas y suertes de tierra aparentes para todo tipo de semillas, los demandados sin acordarse de los demás vecinos, se han apropiado de cuanto han podido de concejil y ejido, queriéndolo todo para si y los de su facción y nada para los desinteresados y necesitados vecinos.
Movido por el bien común y la utilidad del vecindario un vecino llamado Juan Corchero de Diego demando al escribano Roncero, a la suegra y al cuñado de este, Juan Felipe Simón que era alcalde el año de los hechos y al otro alcalde Valeriano Terrón, por haber destruido muchos alcornoques, encinas, pies y guías de estos, tanto en el nuevo y viejo plantío como fuera de el, unos por alcaldes y el otro por escribano se dieron mutuos y amplios permisos para cortar lo que quisieron, sin que haya conseguido el demandante la ejecución de las providencias mandadas por el asesor del expediente, ya que lo tiene detenido el escribano Roncero por que así le conviene, se tienen instauradas quejas en el consejo de Castilla, quejándose de los excesos del escribano y los alcaldes sin procedimiento alguno del juez de la causa y el delegado de montes de Gata, a cambio aprovechando que Juan Corchero, mientras estaba vinoso, hablo desbocadamente y sin respeto a los alcaldes, estos y el escribano lo demandaron con la intención de aterrarlo para que no siga con las causas de los cortes y el terreno concejil, ya que este Juan Corchero, es quien mueve también la causa de los cercados, defendiendo a los labradores de conducta de esta villa, que temen de cara al publico las represalias de los escribanos y sus pandillas ya coaligados con el abogado Francisco Corchero, tratando así de sujetar como les conviene al Juan Corchero, y es que Señor con las rozas, los cortes y las quemas, en esta villa ya no hay casi árboles, son muy pocos los que tienen las suertes de esta tierra y estos están muy deteriorados, las dehesas de encinas y alcornoques van a finalizar enteramente en tierras de labor, los perjuicios de las quemas resultan, que no se crían ni un árbol de encina o alcornoque que produce esta tierra, estas se hacen desolándolo todo, sin cuidado y con abandono del plantío y no se castiga ni se vela este punto, es bastante deplorable y desconsuela ver el plantío de la dehesa que fueron sacados de entre el monte bajo, ya destrozadas sus guías o cortadas por el tronco a los pocos años de ser guiadas y no hay ni malos ni buenos árboles más que estos de la dehesa, los cortes son bastantes, los perjuicios muchos y la falta notable, y aunque no está desolada, es verdad que seria digno de llorar con gotas de sangre el que llegase este inevitable tiempo de desolación, sino se da algún remedio, pues convendría remedie Vuestra Señoría en cuanto pueda este mal.
En cuanto a los aranceles que observan los alcaldes, escribanos y el abogado en el juzgado es el de su arbitrio, bien que este sea o no con arreglo a los Reales Aranceles, ya que no hallo quien cuide de las observancias de ellos, convendría providencia que hiciese guardar aquellos y poder evitar los enjuagos, fraudes y convenios en la elección de alcaldes, con los escribanos Roncero y Camisón y el abogado Corchero, ellos son los alcaldes por si y para si, en las elecciones y los concejos, no se ve a ninguna persona de algún juicio y vergüenza, solo acuden los apandillados y casi todos son una borrachera, hacen lo que les acomoda, no se respeta la justicia, ni esta castiga a los atrevidos, solo si no son partidarios de sus ideas son castigados, cuando imponen sanciones se pagan en vino, que son consumidas en concejo, siendo los alcaldes los primeros en asistir a estos actos vinosos, ningún año se da que alguien haga justicia, los alcaldes son manejados y conducidos a voluntad de los escribanos y el abogado, como personas sin pericia, que ni saben firmar, ni leer lo que firman, de todo ello se encarga muy particularmente Roncero, que saca alcaldes de su mano, de entre los más idiotas y escasos del vecindario, la administración de justicia está enteramente en sus manos, estos tres tienen las llaves del archivo del arca de propios y de los demás caudales, ganando por bien o con amenazas a los vecinos llaveros, sacan, meten los maravedíes como les conviene y rara vez paran cuartos ni maravedíes en el arca y no existen resguardos de por medio, igual suerte corren los papeles de la villa y protocolos de los escribanos difuntos, al no estar las llaves que deberían guardarlos en manos de personas legales y de integridad como está mandado, y que no sean uno ni dos, sino tres sujetos, estos documentos también están ahora en manos de los escribanos y el abogado, expuestos dichos papeles, a padecer mil ruinas y extravíos, convendría poner llaveros legales que remediaran estos males y omisiones de la justicia para que reinase el buen orden y la utilidad común.
Sobre los fondos del posito más de lo mismo, dice el Prior que padece dos males, uno que no hay resguardo, que sacan y meten el grano a su antojo, que ni el caudal del trigo ni las llaves tienen custodia, cuenta que hay un pleito instruido por el procurador sindico, contra el escribano Roncero, por notarse desfalcos en el posito y sacar grano a altas horas de la noche, y que dicho pleito está detenido por tener aterrado el escribano al procurador sindico y este no contar ya con la colaboración del abogado Corchero, coaligado ya con Roncero, el otro mal es que se vendió grano a sesenta reales y a reintegro se compró a veinte, si no se han multiplicado las fanegas es claro fraude, de los abastos dice que hay de vino, jabón, carnes y de cera labrada en el pueblo y que convendría poner el de aceite, ya que al no haberlo los cosecheros lo venden en sus casas al precio que quieren y este producto es muy útil al pobre, al forastero y al vecindario en común.
Con suma precisión, detalla las rentas y dotaciones de la Iglesia, cofradías y ermitas que hay en la villa, de donde proceden y a que se destina cada real, lamentándose de que los mayordomos buscan las mayordomías para sus bienes propios, en cuanto a los vicios y costumbres del pueblo, lo peor es el vino, añadiendo que como no se beba en la taberna no tiene gracia, vuelve a insistir en que habría que quitar las penas y multas de vino y que jamás se castiga a los vinosos.
De la educación se lamenta que solo hay una escuela de primeras letras para niños y niñas y un estudio de gramática que enseña un preceptor ciego a nativitate, que la educación de los niños está abandonada, que nadie cuida de ella y que necesita de algún remedio, el medio para poner a un maestro de niños y niñas, como ramo más necesario y útil, tanto temporal como espiritualmente, seria dotar hasta cien ducados a este maestro, una parte podía salir de propios y otra de los abastos del pueblo y aunque se cargase a los vecinos de alguna parte, la necesidad de que sepan leer y escribir, bien merece la pena y mucho más porque los alcaldes ni saben firmar y menos leer lo que le ponen para firmar, ni enseñar a sus hijos, ni aprender de ellos lo que les enseña el maestro.
y una vez más le pide a su Señoría, se digne a poner algún remedio.
Todo esto y mucho más espeto, dicho Prior a la Real Audiencia De Extremadura en su interrogatorio, mucho daño ya estaba hecho, sí consiguió o no, este buen hombre, frenar tan descomunales atropellos y tan frenética corrupción, dejémoslo como una puerta abierta para que otros puedan averiguarlo.

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