sábado, 13 de septiembre de 2008

La Industria en Villa del Campo

Todos conocemos al Campo como un pueblo agrícola y ganadero, de hecho, sus orígenes fueron eso, agricultura y ganado, más ganadero que agrícola, si retrocedemos en el tiempo, pero hubo una época en que la industria tubo un papel relevante, según consta en el Interrogatorio que la Real Audiencia de Extremadura hace a Villa del Campo en Marzo de 1791, había en esta villa una fabrica que labraba cera, la suficiente para el pueblo y otra de paño pardo y bayetas, más dos tintes de pardos colores que daban el tinte de nogal a las bayetas y negro en rama al paño, proseguía el interrogatorio, que la fabrica iba en aumento, que las materias primas las obtenían en la propia villa o en las cercanías, que por quinquenio, gastaba unas 1567 arrobas, de lana del país y otras de puerto arriba, y que unos 50 vecinos se aplicaban a estos menesteres, (no aclara, si se refiere a lo que se conocía como vecino, de ser así habría que multiplicar esa cifra al menos por 3,5). Mas tarde en 1829 con motivo del Interrogatorio también de la real Audiencia, para conocer las opiniones y mejoras de los posibles fallos producidos tras la división de Extremadura en dos provincias, se citan los oficios relacionados con esta industria entre la vecindad, confirmando así lo anteriormente dicho de que la fabrica iba en aumento, posteriormente sobre 1843 Madoz, nos dice que hay 6 molinos harineros y otros tantos de aceite, una fabrica de jabón, (sin especificar si es duro o blando),confirma la ya mencionada de paños y añade 12 telares, dos batanes y dos telares de lienzo común.


La aparición de los molinos supuso un gran avance, libero al hombre de un duro trabajo, pero no genero empleo, a los molinos harineros se solía ir a moler según las necesidades y el molinero se quedaba una parte por el trabajo realizado, los de aceite también conocidos como lagares, solían ser hidráulicos por lo que solo funcionaban en época de lluvias, solían estar dirigidos por un capataz y quizás algún empleado, pero generaba poco empleo, la aceituna se depositaba en los chiqueros y se molía por turno, cuando tocaba moler, el propietario de la aceituna colaboraba en el proceso, y también dejaba una parte por el proceso, el ultimo harinero que funciono fue el de tía Rufina, este molino, fue trasladado de su enclave inicial y funciono durante algún tiempo en los años 60 por propulsión mecánica, en el huerto que lleva su nombre, el ultimo lagar en funcionar fue el de tío Canias junto al chorrito, también sobre los años 60, el mecanismo de ambos molinos era similar, si eran hidráulicos, el agua era conducida mediante un canal que terminaba en fuerte pendiente, de esta forma el agua tomaba mas fuerza para mover la rueda motriz, los harineros por tener mas uso, no podían limitarse a la época de lluvias, en que corrieran los arroyos y funcionaban también con tracción animal, (también conocidos como tahonas) el proceso era similar, después de la molturación se separaba la harina del salvado mediante cribas o tamices, la aceituna molturada se depositaba en capachos de esparto para ser prensada mediante un usillo, el oro liquido caía a unas tinajas de barro que solían estar bajo tierra y mediante filtros o coladas se separaba el orujo y el alpechín del aceite, la producción de cera ya nos aclaran que era la suficiente para el pueblo, (industria casera) lo mismo sucedería con la de jabón, pero la que si genero una verdadera cadena de empleo fue la de paños y bayetas, en 1791, 1829 y 1843, como ya se ha dicho, nos aclaran cuantas había, que materia prima consumían, donde la adquirían y cuantos vecinos se dedicaban al trato del paño, cuando Madoz describe de manera general, la industria provincial de Cáceres, alude que escasea esta, porque la tierra es muy pingüe, y los alimentos son abundantes y baratos, pero no obstante se ejercitan los oficios necesarios para las atenciones de la vida cotidiana, y cita como industria, lavaderos de lana en Cáceres, fabricas de paños y bayetas en Hervás, Torrejoncillo, Torremocha y Villa del Campo, de curtidos en Cáceres, el Casar y Garrobillas, de loza en Cáceres, Arroyo y Guijo de Granadilla y varias de jabón blando en muchos pueblos, por tanto estamos ante los escasísimos pueblos con industria, para el buen funcionamiento de la industria del paño, eran piezas elementales los batanes, sin ellos no era posible el buen desarrollo, y he aquí a estos desconocidos artilugios, o al menos no tan conocidos como los molinos o lagares, antes de llegar al batán, la lana era lavada y secada, se desmotaba para eliminar impurezas, luego se cardaba, una vez cardada se hacían madejas y ayudados por la rueca y el huso se trasformaba en ovillos, terminado este proceso, se tejían en los telares las bayetas y paños, (como ya se ha dicho en el Campo había 12 de estos telares) los productos que salían de los telares eran frágiles y ásperos, cuando estos necesitaban ser mas suaves y resistentes, se les sometía al proceso de abatanar, este proceso se realizaba en el batán, el batán es una maquina de madera de roble, con cuatro patas clavadas en el suelo, normalmente funcionaba con energía hidráulica, también podían ser de sangre, y de esta ultima energía debían de ser los que había en el Campo, ya que el liquido elemento es escaso aquí en todo tiempo, el proceso era largo y continuado y debía funcionar tanto en invierno como en verano, el mecanismo consiste en un eje solidario, que eleva dos pesados martillos o mazos también de madera, mediante dos levas y estos al caer golpean de manera alternativa sobre una pila o recipiente, conocido como imina, esta imina estaba labrada sobre un tronco y se ubicaba en el centro del armazón, sobre la imina se colocaban los paños doblados en zigzag, los tejidos eran golpeados una y orea vez por los mazos hasta lograr su enfurtido, para evitar rozamientos y deterioro, los paños eran mojados constantemente mediante un pequeño canal o conducto que llegaba hasta la parte superior de la imina, este proceso de abatanado o golpeteo, hacia que los tejidos se entrecruzaran y compactaran más, el resultado era un tejido más uniforme, resistente y agradable al tacto, terminado este proceso se secaban y eran cardados o tundidos según procediera y posteriormente se tintaban en los mencionados tintes de pardos colores, también había mano de obra indirecta, ya que para elaborar estos productos eran necesarias ciertas materias primas y algo más importante aun, había que dar salida al producto, Para ello contaban con una red de entre veinte y ochenta arrieros, según épocas, en 1791 se informa que hay unos veinte, en 1829 la cifra sube hasta ochenta y en 1843 no se especifica número, estos arrieros distribuían el producto, generalmente puerto arriba, para ello utilizaban dos o tres caballerías cada uno y además subían aceite y bajaban trigo y vino entre otras cosas, como puede apreciarse todo un proceso de elaboración y distribución que daba trabajo a muchas familias.
Esta situación hace que la villa se sienta fuerte y segura de si misma, su economía era mas de opulencia que de decadencia, según consta en el interrogatorio de 1829, y manifiesta el Ayuntamiento que esta villa es el punto más apropiado para Alcaldía y Ayuntamiento, (es de suponer que se trata de una Alcaldía Mayor) basándose en que tiene a su alcance en un radio de unas dos leguas a ocho pueblos más y que entre todos si se unieran a esta villa reunirían dos mil trescientos vecinos (esto supondría unas 8.000 personas) que los caminos que conducen a esta villa son muchos y buenos, sin arroyos ni ríos, ni otros obstáculos que estorban el transito, así como sus condiciones de salubridad y sus productos de subsistencia, la Alcaldía no se concedió, o bien los continuos cambios de orientación gubernamentales de la época, no lo estimaron necesario, que era lugar estratégico no hay duda, basta con echar una mirada al censo de ese año de 1829, en el se incluian nada menos que siete clérigos y veintiocho militares incluidos los que gozaban de fuero militar.
 Actualmente hay localizados tres puntos, que fueron utilizados para estos menesteres, dos pudieron ser utilizados como telares y el tercero por su tamaño y ubicación pudo albergar los batanes, estos pontos son, la casilla la de la Nati, en la calleja del cura y la retina, frente a la puerta de la casa de Don Tomás, el tercero es el conocido como balcón de tío Macario, junto al alto de la Iglesia, considerando que los batanes hacían bastante ruido, (véase el capitulo del Quijote dedicado a ellos) este enclave, puede ser valido, en aquella época, el limite del pueblo, no excedería de la calle las viñas, la calleja del cura y la calle abajo, como mucho podría llegar hasta la solejera, ya que el Prior se quejaba de que la Iglesia era incomoda y estaba a las afueras, también había media docena de sastres, zapateros, cirujano, alarifes y demás oficios necesarios para el desarrollo de la villa.



 Los nuevos tiempos fueron avanzando, las nuevas tecnologías y la carestía de la mano de obra, fueron acabando con todo, todo volvía a ser como al principio, agricultura y ganadería, pero aquellas, miles de cabezas, de ganado lanar y cabrio, que a sus anchas pactaron nuestros campos, se fueron reduciendo paulatinamente con la concentración parcelaria y la emigración, de la agricultura no hace falta ni hablar, basta con echar un vistazo a las eras y contemplar la soledad de la maquina de limpiar, anclada en ellas.


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