Cada vez es menos frecuente ver a alguien ojeando un mapa, las nuevas tecnologías les han quitado esa especie de hado o embrujo que solían envolverlos, hubo un tiempo en que un mapa estampado sobre el hule, decoraba las mesas y camillas de las casas, en la infancia solíamos arremolinarnos en torno a ellos, jugando a ver quien adivinaba la posición de un río, un monte, una ciudad, un pueblo o bien para con el dedo seguir los diminutos trazados, que con un poco de fascinación y fantasía, en un tris nos llevaba a lugares remotos y mágicos. Los mapas conllevan innumerables datos y mirarlos con detenimiento es algo que siempre resulta enriquecedor, cuanto más antiguo sea, mayor puede ser su capacidad de asombrarnos.
Y asombro es lo que causa una palabra que en determinados mapas de carácter moderno, basados en la época o coordenadas de Ptolomeo, aparece en una concreta zona, con nombre genérico, sin que los moradores que la ocupan sepan de quien se trata, “Banienses” es la palabra, el pueblo de los Banienses es conocido por su contribución a sufragar el famoso puente de Alcántara, así reza en una de las cuatro lapidas que adornan el arco triunfal del mencionado puente, como bien es sabido el afamado puente se construyo para evitar el peligro que en determinadas ocasiones suponía cruzar el Tajo y mejorar las comunicaciones que facilitaran el comercio entre dos pujantes ciudades de la época como eran Idaña y Mérida.
Como tal, la palabra Banienses se halla escrita en centenares de libros, casi todos limitados a reproducir la conocidísima placa del puente, algunos (muy pocos) han visto en los Banienses a los Balsienses citados por Plinio, otros lo sitúan junto al Duero en Torre de Moncorvo, (demasiado alejado para obtener beneficios por sufragar su construcción) y los más optan por seguir la practica de Ambrosio de Morales, "por la cual se entiende que si el nombre antiguo tiene poca corrupción y simboliza con el que ahora tiene y se encuentran en los mismos puestos o cerca de ellos algunas piedras, inscripciones o edificios romanos, se puede considerar que son los que se leen en las historias” . Quienes manifiestan esta opción suelen basarse en la poca corrupción que hay entre Banienses y Baños, dando por hecho que se trata de Baños de Montemayor, entre los defensores de dicha teoría se encuentra José de Viu y Torres Tapias entre otros, el primero sin afirmarlo lo da como posible y tras lamentar la falta de información, tampoco da como participe solo por la semejanza de los nombres, a los Balsienses de Plinio, Tapias se ciñe más a dicha practica, a demás de valorar la poca corrupción entre ambos nombres, sitúa a los Banienses junto a la calzada romana y cita una pequeña puente que llaman la romana por ser de esa época y de la misma traza un edificio de su tiempo, donde estaban los baños que dieron nombre a la población.
Los argumentos de Tapias no parecen muy convincentes, la voz baños es posterior a thermas
(termino más romano y acorde con la función que desempeñaban) y dicha población está en
la Calzada Romana que pasa por Mérida, si el puente de Alcántara se realiza para favorecer la comunicación entre Mérida e Idaña, los habitantes de Baños tenían línea directa con Mérida vía
Alconetar y podían llegar a Idaña sin cruzar el Tajo razón por la cual no les era necesario costear un nuevo puente.
Francisco Masdeu, muestra a los Banienses como Bania, ciudad de los lusitanos que estaría entre Sartaren y Leiria, tampoco esta ubicación resuelve dudas, (cualquier punto entre las dos ciudades, no resultaría favorable respecto a Alcántara).
Ante tan confusas y variopintas opiniones, poco o nada acordes con la función del puente, queda un gran vacío tan solo rellenable con conjeturas y probabilidades, si nos atenemos a estas ultimas, hay un grupo no mencionado anteriormente que sin mucha convicción da como probable que dicho nombre se corresponda con Santibáñez, sin especificar si es el Alto o el Bajo.
Y sobre este espacio zonal entre ambos Santibáñez y su área de influencia en la que se encuentra inmerso Villa del Campo es donde únicamente aparece en los citados mapas la palabra Banienses, como ya se ha dicho, los mapas aunque basados en las coordenadas de Ptolomeo y mostrando los antiguos nombres de las poblaciones no son antiguos, sus creadores conocían y manejaban al dedillo los diferentes interrogatorios o consultas previas a la publicación de Diccionarios, Crónicas o Historias Generales, y como hemos visto en el Interrogatorio de Tomás López, en muchos casos el resultado final iba en función de las fuentes consultadas o del lugar desde donde se había informado.
Nada de lo expuesto nos garantiza ser el genérico pueblo que aparece en una de las placas destinadas a la inscripción de los pueblos sufragarios del puente y ostentar el honor de haber contribuido a la realización de tan magna obra. Aunque tampoco andamos muy lejos de ello, cuando Tapias describe el puente, hace constar que solo hay una de las cuatro placas que contenían los nombres de los pueblos, las otras tres se perdieron sin que haya constancia de su escritura, lo cual abriría el abanico de pueblos contribuyentes dando más opciones de poder estar entre ellos, también es posible que las inscripciones fuesen las mismas en las dos caras del arco,
(la inscripción de Trajano, esta escrita en ambas partes del arco, para que pueda ser vista tanto por el que entra como el que sale, esta teoría, poco o nada estudiada hasta ahora, se basa en que la capacidad de las cuatro placas es suficiente para incluir en ellas los 42 pueblo registrados en la Lusitania a finales del siglo I, si bien no a todos les favorecería contribuir en los gastos y quizás solo contribuyeran los más cercanos o los beneficiados) esto reduciría a la mitad los pueblo sufragarios, aun a sí no resta probabilidades a la zona señalada en los mapas como Banienses, Tapias lleva a los Interanienses Árrago arriba hasta Salvaleón o Milana, y con idénticas o mejores características que las citadas estaría Laconimurgo, y de Laconimurgo a Milana no hay más que un pequeño paso.
Aunque estos Interanienses son otra historia que habría que abordar más despacio.