miércoles, 20 de julio de 2011

La Iglesia desde todos los ángulos





Cuando la Orden de Alcántara decidió hacer una nueva Iglesia en la Villa de El Campo, a tenor del lugar escogido, una cosa debía tener muy clara, la quería grande y en alto, (desecharon hacerla a continuación de lo poblado) Con el punto más elevado ya poblado y rodeando la ermita de San Blas, buscarían puntos altos cercanos, con posibilidad de crecimiento, (el Campo había crecido a buen ritmo años atrás y lo seguía haciendo) la laguna de arriba y la ermita de los Santos Mártires Fabián y Sebastián ambas en el ejido patero de las eras descartaba el terreno muy útil para los vecinos al ser usado como ejido patero, les quedaba el teso de la horca (jorca en el argot popular) o el hoy conocido como alto de la Iglesia, (cabe recordar que el ejido patero ocupaba una franja entre la laguna de abajo y la de arriba, lo cual invalidaba la cima del ejido de arriba) el lugar elegido era a mediados o finales del siglo XVII un total descampado, los interrogatorios, los restos humanos hallados en las proximidades de la Iglesia y las huellas dejadas en los dinteles a sí lo confirman, y así continuó durante más de un siglo, el lugar era visible desde todos los ángulos ya que como se ha dicho estaba totalmente despejado.

Bien por falta de presupuesto o por la escasez de canteros (ya apuntado en la entrada Constelación Extremeña, noviembre de 2007) el proyecto inicial del maestro Sancho Ortiz se quedó en la mitad, terminándose en dos niveles, (no fue el único caso de este maestro, en Piedras Albas le pasó lo mismo y en ambos casos concluyó las Iglesias de la misma forma, ambas parecen calcadas, tan sólo las distingue el detalle del campanario, en Piedras Albas está ubicado a la altura del baptisterio de la nuestra).

El primer objetivo en parte se vio truncado, no así el de que se viera desde todos los lados, convirtiéndose en la referencia del término del Campo.

La Iglesia ha sido y es la referencia local, su campanario domina y visualiza un generoso contorno y el tañido de sus campanas impregnan el aire de cifrados mensajes, allende los extensos olivares.





























Fotos cedidas por J. G. N.  Camelia. J. L. L. Tato. Eva 20. Un Hijo del Pueblo. Tomás Pizarro. Pide por esa boca y Minera. Gracias a todos.

miércoles, 6 de julio de 2011